La pandemia de sida que hoy todavía continúa comenzó oficialmente en junio de 1981 con el primer grupo de casos detectado en EE UU. El nuevo virus fue descubierto dos años después. Pero pronto las investigaciones comenzaron a revelar que el VIH circuló bajo el radar durante décadas, desde África a América, antes de que supiéramos de él.
Un estudio internacional revela que estas cepas poseen un gen que les permite replicarse en temperaturas elevadas, lo que aumenta su potencial pandémico.
Un estudio en Nature revela que virus como el de la gripe o el SARS-CoV-2 pueden reactivar células tumorales dormidas y favorecer la aparición de metástasis pulmonares. Los resultados en modelos de ratón se respaldan con datos de miles de pacientes humanas.
Un equipo estadounidense ha desarrollado una nueva terapia celular contra la peritonitis infecciosa felina, causada por un coronavirus similar al SARS-CoV-2. Además de beneficiar a estos animales, el hallazgo ayuda a comprender mejor la covid de larga duración en humanos.
La compañía biotecnológica estadounidense Gilead ha desarrollado un medicamento preventivo contra el VIH que se inyecta cada seis meses. Recientemente, este país ha aprobado su uso como el primer tratamiento de este tipo.
Un equipo de científicos de Cataluña señala la estrecha relación entre el gen FOXP4 del coronavirus y la aparición de síntomas prolongados tras la infección. Este gen afecta a la función pulmonar y a la respuesta inmunitaria, factores clave en el desarrollo de la enfermedad.
Tras tres años de negociaciones, los países que conforman la OMS han llegado a un acuerdo para afrontar futuras pandemias. El tratado ayudará a la coordinación entre países y a un reparto equitativo de los recursos disponibles.
Un estudio indica que la gepotidacina, utilizada tradicionalmente para curar afecciones del tracto urinario, funciona como un tratamiento seguro y eficaz contra la gonorrea. Por ahora, es el primer posible antibiótico desarrollado para tratar esta infección de transmisión sexual resistente desde 1990.
Un estudio del CSIC ha hallado ‘artefactos’ en el ciclo de las deleciones del virus que provoca la covid-19, lo que podría afectar a la infección y la respuesta inmunológica a las vacunas.
Un nuevo estudio indica que la presión atmosférica y la humedad relativa actúan como indicadores clave de riesgo de transmisión del virus SARS-CoV-2. Los resultados, obtenidos a partir del análisis de datos en Cataluña, podrían contribuir a mejorar la predicción de brotes en escenarios de baja movilidad.