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El ADN del pelo de Toro Sentado confirma su parentesco con familiares vivos

Un trabajo de genética forense ha comparado el ADN extraído de un mechón de cabello del líder nativoamericano Toro Sentado, asesinado en 1890, con el de su supuesto descendiente vivo más cercano. La técnica, que ratifica por primera vez una relación familiar entre personas vivas e históricas, demuestra que el jefe sioux fue su bisabuelo.

Muestra de pelo de Toro Sentado
Muestra de pelo de Toro Sentado. / Eske Willerslev

Tatanka Iyotake, más conocido como Toro Sentado, fue el líder de los sioux Hunkpapa lakota. Nació en 1831 y murió asesinado a tiros por la policía nativoamericana cuando esta intentaba arrestarle en 1890. Unos años antes había liderado la épica batalla de Little Big Horn, conocida como Greasy Grass, venciendo al general Custer.

El mechón de pelo de Toro Sentado fue cortado sin permiso antes de su entierro por el cirujano del Fuerte Yates, que también se llevó unas polainas de tela de recuerdo

Convertido en un símbolo de lucha para los nativos americanos, Toro Sentado fue enterrado en el Fuerte Yates en Dakota del Norte, la actual Reserva India de Standing Rock, pero el paradero real de sus restos ha sido confuso hasta ahora.

Sus huesos podrían estar en el Fuerte Yates o en Mobridge, en Dakota del Sur, donde sus familiares trasladaron posiblemente sus restos en 1953. Sus parientes, entre los que se encuentra Ernie LaPointe, creen que podría estar en este segundo lugar. Pero para determinar la tumba oficial y así protegerla, LaPointe tenía que demostrar con pruebas genéticas que el jefe sioux era familia suya.

Gracias al análisis de ADN del mechón de pelo extraído del cuero cabelludo del legendario indígena –cortado sin permiso antes de su entierro por el cirujano del Fuerte Yates, que también se llevó unas polainas de tela de recuerdo–, ahora un estudio ha logrado establecer los vínculos familiares del nativoamericano con LaPointe. Los resultados se publican en la revista Science Advances. 

Es la primera vez que se utiliza ADN antiguo para confirmar una relación familiar entre personas vivas e históricas. En otros casos se ha aplicado sin éxito la tecnología existente.

“Lo que ocurre es que en los restos en que se ha intentado, como la famosa cabeza momificada que podría pertenecer al rey francés Enrique IV o la presunta sangre de Louis XVI, el resultado ha sido negativo. Es decir, es la primera vez que un trabajo de genética forense histórica da positivo”, declara a SINC Carles Lalueza-Fox, experto en ADN antiguo del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF) y científico independiente de esta investigación. 

Durante años, tanto el mechón como las polainas estuvieron en el Instituto Smithsoniano donde los depositó el cirujano Deeble en 1896. El museo devolvió los objetos a LaPointe y a sus tres hermanas y otros parientes cercanos del líder nativoamericano en 2007. 

El estudio demuestra así que LaPointe y sus hermanas eran los legítimos destinatarios de los objetos repatriados del Instituto Smithsoniano

El estudio demuestra así que LaPointe y sus hermanas “eran los legítimos destinatarios de los objetos repatriados del Instituto Smithsoniano”, dicen los autores en la investigación. 

Nativos americanos

Toro Sentado, en 1885, a la izquierda y su bisnieto, LaPointe, a la derecha. / Instituto Smithsoniano / Ernie LaPointe

Uniendo familiares en el tiempo

A diferencia de otros análisis genéticos anteriores, basados en marcadores uniparentales, la confirmación del parentesco ha sido posible gracias a un nuevo método de análisis de linajes familiares mediante fragmentos de ADN antiguo.

La técnica ha sido desarrollada por un equipo de científicos dirigido por Eske Willerslev, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), y el Centro de Geogenética de la Fundación Lundbeck (Dinamarca), que tardó 14 años en encontrar el modo de extraer el ADN del trozo de unos seis centímetros de pelo.

La relación familiar entre LaPointe y Toro Sentado se basaba hasta ahora en certificados de nacimiento y defunción, un árbol genealógico y una revisión de los registros históricos

El método, que puede emplearse con datos genéticos muy limitados e incluso deteriorados como en este caso (al llevar un siglo a temperatura ambiente en el museo), se centra en el ADN autosómico –heredado al 50 % del padre y de la madre y que permite comprobar las coincidencias genéticas tanto si el antepasado es del lado paterno o materno– que incorporan los fragmentos genéticos extraídos de la muestra corporal.

Al compararlo con muestras de ADN de Ernie LaPointe y otros sioux lakotas, los científicos consiguieron determinar que LaPointe es el bisnieto de Toro Sentado y su descendiente vivo más cercano. “El ADN autosómico es nuestro ADN no específico de género. Hemos logrado localizar cantidades suficientes de este ADN en la muestra de pelo de Toro Sentado y lo comparamos con la muestra de ADN de Ernie Lapointe y otros sioux lakota, y nos alegramos de que coincidiera”, recalca Willerslev, admirador de líder sioux.

Hasta la realización de este estudio, la relación familiar entre LaPointe y Toro Sentado se basaba en certificados de nacimiento y defunción, un árbol genealógico y una revisión de los registros históricos. Este nuevo análisis genético proporciona una línea adicional de pruebas para reforzar su parentesco.

Ahora, el bisnieto, preocupado por la posible comercialización y atención de la tumba, espera poder enterrar los huesos de Toro Sentado en el lugar que le corresponde. Según él, el emplazamiento actual en Mobridge no tiene ninguna conexión significativa para el líder sioux ni con la cultura que representaba. Pero antes de su posible traslado, los restos del cementerio tendrán que ser analizados de forma similar a la muestra de pelo para garantizar la coincidencia genética con Toro Sentado.

Este trabajo puede ser criticado desde un punto de vista ético por el uso de supuestas reliquias obtenidas de forma ilegítima en personas de grupos indígenas, con independencia del resultado de la investigación

Carles Lalueza-Fox

Según los autores, el trabajo allana el camino para llevar a cabo pruebas de ADN parecidas sobre el parentesco entre muchas otras figuras históricas fallecidas hace tiempo y sus posibles descendientes vivos.

Pero para realizarlas se deberían tener en cuenta los límites éticos en el estudio del ADN antiguo, advierten algunos expertos, como el grupo que firmaba la semana pasada un artículo sobre este asunto en Nature.

De hecho, “este trabajo en concreto puede ser criticado desde un punto de vista ético por el uso de supuestas reliquias obtenidas de forma ilegítima en personas de grupos indígenas, con independencia del resultado de la investigación”, concluye a SINC Carles Lalueza-Fox.

Referencia:

Ida Moltke et al. “Identifying a living great-grandson of the Lakota Sioux leader Tatanka Iyotake (Sitting Bull)” Science Advances.

Fuente:
SINC
Derechos: Creative Commons.
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