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El mosquito tigre se ha hecho fuerte en España y ha incrementado su número en un 70 % en el primer semestre, respecto a 2018, según los datos de la app de ciencia ciudadana Mosquito Alert. Entre las causas: las altas temperaturas, la lluvia y el confinamiento, que ha impedido el cuidado de numerosas segundas residencias en el litoral mediterráneo.
Las altas temperaturas y las lluvias constantes de la primavera de 2020 son las condiciones idóneas para la reproducción del mosquito tigre. Esta situación queda reflejada de forma evidente en las observaciones recibidas en Mosquito Alert, una app de ciencia ciudadana, durante el primer semestre del año.
La primavera de 2020 ha sido la cuarta más calurosa en España desde 1965, según la Agencia Estatal de Meteorología a partir de datos de junio, y la quinta más lluviosa del siglo XXI. Además de las condiciones climáticas favorables, también puede haber contribuido al aumento de mosquitos el confinamiento por la COVID-19, que ha impedido el cuidado de numerosas segundas residencias en el litoral mediterráneo.
El número de mosquitos tigre registrados en Mosquito Alert en el primer semestre de 2020 suponen un incremento del 70 % respecto a 2018, que era hasta ahora el año con más insectos observados a inicio de temporada. Ahora bien, la temporada con más mosquitos observados en su conjunto sigue siendo la de 2015.
Las observaciones acumuladas de mosquito tigre entre 2020 y 2015 muestran que las cifras del año actual se triplican en mayo y junio, por encima del valor de cualquiera de los años anteriores, a excepción de 2018. El desarrollo de la temporada 2020 a partir de ahora es difícil de predecir ya que, de acuerdo con la experiencia, la tendencia de la primavera no se puede extrapolar al verano.
Teniendo en cuenta que el ciclo biológico del mosquito tigre es de unos 15 días, su densidad futura está ligada, en gran parte, a la disponibilidad de agua a lo largo del verano, que les ofrece la oportunidad de reproducirse.
El equipo de investigación de Mosquito Alert estudia actualmente el efecto de las variables climáticas sobre la explosión reproductiva de mosquitos en primavera. Conocer esta relación permitirá predecir cómo será el principio de la temporada del insecto. Para ello, habrá que considerar no sólo las temperaturas y precipitaciones de primavera, sino también las condiciones ambientales del invierno. Si la estación hibernal es suave, sobrevivirá un mayor número de los huevos depositados a finales de otoño para eclosionar en primavera.
El ideal en el futuro es poder hacer previsiones del inicio de la temporada de mosquitos, tal como hoy somos capaces de hacer con la meteorología. Ahora bien, la evolución durante el verano es difícil de predecir, ya que está al estar condicionada por episodios puntuales de tormentas veraniegas y por la conducta humana, como es, por ejemplo, el riego artificial.
Las curvas de observaciones acumuladas se basan en las observaciones obtenidas en la app Mosquito Alert pero corregidas por el esfuerzo de muestreo. Este dato se estima a partir del número de personas que se encuentran en un área y día concretos con aplicación activa, así como con una modelización de su propensión a realizar observaciones aquel día.
Esta corrección es importante para poder estimar la abundancia del insecto: no es lo mismo registrar 10 observaciones en una zona donde se encuentran cinco personas con la app activada, que 10 observaciones en una zona con 20 personas. Para llevar a cabo esta corrección, Mosquito Alert necesita saber cuántas personas se encuentran en un área concreta con la app activa, un dato que siempre se obtiene garantizando su privacidad.
Para poder ajustar los datos de abundancia en los modelos, la aplicación digital recoge información sobre la posición aproximada del dispositivo del usuario en intervalos aleatorios. Por tanto, los datos no son de posición exacta, sino que se redondean a una cuadrícula de 2×2 Km, que viene a ser equivalente a saber que un dispositivo se encuentra dentro de un área de 2 millones de metros cuadrados. La información que obtiene el servidor de Mosquito Alert indica que en una cuadrícula concreta había un dispositivo en un momento particular.
Para garantizar una mayor privacidad de los usuarios, las localizaciones de la app se vinculan a un identificador generado aleatoriamente, que impide cualquier relación con otros datos que permitieran su identificación personal. A pesar de la importancia de estos registros para poder calcular las abundancias de mosquitos, los usuarios pueden, en todo momento, desactivar esta función de la app.
Mosquito Alert es un proyecto cooperativo de ciencia ciudadana sin ánimo de lucro, coordinado por el CEAB-CSIC, el CREAF, el ICREA y la Universitat Pompeu Fabra (UPF). Actualmente recibe el impulso de la Obra Social "la Caixa", del European Research Council (ERC), de la Comisión Europea y del Ayuntamiento de Barcelona. Sus primeros años fue cofinanciada también por Dipsalut (Organismo de Salud Pública de la Diputación de Girona) y por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). Su objetivo es luchar contra la expansión de mosquitos invasores y transmisores de enfermedades infecciosas que están o bien re-emergiendo, o apareciendo por primera vez en Europa.
La herramienta principal que pone a disposición de las personas es la aplicación Mosquito Alert, que permite enviar fotografías de los insectos y de puntos con agua estancada donde suelen depositar los huevos. La aplicación recoge la posición GPS del insecto además de otros datos, que son procesadas por un equipo de expertos.