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Frances Elizabeth Allen, premio Turing 2006, primera mujer que se suma al programa ConCiencia

Frances Elizabeth Allen, premio Turing 2006, será la primera mujer que se incorpore a la galería de personalidades que han pasado por Compostela al amparo del programa ConCiencia, organizado por la Universidad de Santiago de Compostela (USC) en colaboración con el Consorcio de Santiago y la Fundación Caixa Galicia. El calendario de actividades de esta tercera edición de ConCiencia lo presentaron este martes en una rueda de prensa el rector de la USC, Senén Barro; el presidente del Consorcio, Xosé Sánchez Bugallo; el director de Acción Social de Caixa Galicia, José Manuel García Iglesias; y el director del programa, el profesor de la USC Jorge Mira.

Acto de presentación en Santiago. FUENTE: USC

Junto a Allen, completarán el ConCiencia 2008 los premios Nobel de Química en 2001, Karl Barry Sharpless, y de Física en 1999, Gerardus ‘t Hooft, que impartirán a lo largo de este último trimestre del año una conferencia divulgativa cada uno y mantendrán diversas reuniones con investigadores. Jorge Mira explicó que esta nueva edición se inicio el pasado mes de mayo con la visita del Nobel de Medicina en 1989, Harold Varmus.

Difundir entre la ciudadanía la importancia que merece el saber científico como una forma más de cultura, al tiempo que intercambiar conocimientos entre la comunidad científica gallega y las personalidades más sobresalientes del ámbito internacional, es el objetivo del Programa ConCiencia que desde 2006 trajo a la ciudad a personajes de la máxima relevancia científica, todos ellos Premios Nobel o equivalentes en sus respectivas disciplinas.

Frances Elizabeth Allen

Frances Elizabeth Allen (EE.UU, 1932) fue merecedora en 2006 del Premio Turing, considerado el Nobel en el campo de las Ciencias de la Computación, “por sus contribuciones que mejoraron fundamentalmente el rendimiento de los programas de computador y aceleraron el uso de sistemas de computación de alto rendimiento”.

El premio se creó a mediados de los años 60 y en sus más de 40 ediciones sólo fue concedido a una mujer, Frances Elizabeth Allen. Desde el prestigioso IBM Thomas Watson Research Center, Allen sentó las bases teóricas y prácticas de las técnicas de optimización automática en compiladores (la parte del computador encargada de traducir las instrucciones de un programa a códigos entendibles por las máquinas) y la extracción automática de paralelismo (realización de una tarea repartida en procesos hechos al mismo tiempo). Además, definió una serie de técnicas que se siguen utilizando en los compiladores actuales y que contribuyeron a aumentar su eficiencia.

Al margen de sus éxitos científicos se ha distinguido por su trabajo a favor del acceso de la mujer a la ciencia, especialmente en ingeniería y computación, donde su presencia sigue siendo minoritaria.

Karl Barry Sharpless

Premio Nobel de Química en 2001 “por su trabajo en reacciones de oxidación quiralmente catalizadas”, Karl Barry Sharpless (EE.UU, 1941) fue pionero en el desarrollo de métodos de ‘catálisis asimétrica’, claves para el desarrollo de procesos de preparación industrial de fármacos, perfumes u otros productos, de modo eficiente y menos contaminante.

Muchos productos de interés farmacéutico o tecnológico existen en dos formas especulares, del misma modo que las manos (izquierda y derecha). En muchos casos, cada una de esas formas tiene propiedades diferentes, por lo que prepararlas de manera independiente resulta muy complicado. Sharpless fue pionero en la puesta en práctica de una metodología eficiente basada en catálisis para poder acceder a solo una de las formas especulares.

Gerardus ‘t Hooft

Gerardus ‘t Hooft (Países Bajos, 1946), que de pequeño le dijo a un profesor que quería ser “una persona que lo supiese todo”, está considerado sin lugar a dudas uno de los físicos teóricos más brillantes de las últimas décadas.

Recibió el premio Nobel de Física en 1999 por esclarecer la estructura cuántica de la interacción electrodébil, una de las cuatro interacciones fundamentales de la naturaleza y responsable de gran cantidad de procesos radiactivos que, por ejemplo, mantienen en funcionamiento los ciclos del Sol. La última pieza clave de esta teoría, el denominado ‘bosón de Higgs’ podría ser descubierto en el gran colisionador de hadrones del CERN. La enorme contribución de 't Hooft consistió en crear un formalismo que permite comprender con gran rigor y precisión los procesos en los que interviene esta interacción.

Las líneas de investigación de 't Hooft también permitieron, por ejemplo, tratar problemas relacionados con la interacción fuerte, como el confinamiento de los quarks, que son partículas que constituyen los protones y neutrones y, por tanto, son algunos de los ladrillos básicos de los que está formada toda la materia. 't Hooft investigó casi todos los grandes enigmas formulados en el campo de las partículas elementales, contribuyendo a resolver muchos de ellos, y sigue trabajando activamente en posibles respuestas para las cuestiones que aún esperan una respuesta.

Ediciones previas

En las pasadas dos ediciones participaron en ConCiencia los Premios Nobel de Física en 1986, Heinrich Rohrer; de Medicina y Fisiología en 1981, Torsten N. Wiesel; de Química en 1991, Richard R. Ernst; de Física en 2004, Frank Wilczek; de Economía en 1994, John Nash; el de Medicina en 1989, Harold Varmus; así como el Premio Abel en 2005, Peter Lax, y Michael F. Atiyah, merecedor de la Medalla Fields.

Fuente: USC
Derechos: Creative Commons
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