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La Misión Biológica de Galicia, centro del CSIC en Pontevedra, ha puesto en marcha una nueva línea de investigación dedicada a genética forestal. Su objetivo es el estudio de la variación genética y posibilidades de mejora de la resistencia a insectos y enfermedades fúngicas del pino, especialmente de las variedades más comunes en Galicia. Este nuevo campo viene a completar los estudios de mejora de otros cultivos autóctonos como leguminosas, maíz y brásicas (repollo, nabicol), que ya se llevaban a cabo en la Misión.
La nueva línea, dirigida por el ingeniero de montes Rafael Zas, se centrará en un principio en el estudio de la variabilidad genética de las especies de pinos más comunes en Galicia. “A diferencia de los frutales y otros cultivos,-explica Rafael Zas- las especies forestales mantienen una importante estructuración geográfica de su variación genética”. Esta variabilidad geográfica no ha sido estudiada en profundidad pero que puede ser de gran importancia para el control y prevención de plagas.
Una vez estudiada la variabilidad genética de la especie, se analizará la influencia del ambiente en la expresión de los genes de resistencia y se trabajará en la identificación de los principales mecanismos implicados en la resistencia ante plagas y enfermedades. El objetivo es potenciar la expresión de estos genes mediante técnicas de mejora tradicional (injertos, cruzamientos, selección recurrente…) a fin de producir árboles más resistentes. En cualquier caso, se trata de un objetivo a largo plazo, limitado por los ciclos de crecimiento de los árboles.
Colaboración con Lourizán
El responsable de la nueva línea, Rafael Zas, cuenta con una amplia trayectoria investigadora vinculada en su mayor parte al Centro de Investigación Ambiental de Lourizán, donde dirigía un grupo dedicado a la mejora forestal. De hecho, uno de sus objetivos es reforzar la colaboración entre ambas instituciones (CSIC y Lourizán), de modo que las investigaciones llevadas a cabo en ambos centros sean complementarias y que haya entre ellos un intercambio de ideas y profesionales.
Científicos de la Universidad del País Vasco y de la Estación Biológica de Doñana han estudiado un grupo de murciélagos de cueva (Miniopterus schreibersii) en la Sierra de San Cristóbal, ubicada en el Puerto de Santa María, en Cádiz. Esta colonia llega a eliminar unas 60.000 polillas de procesionaria cada noche durante buena parte de los meses de agosto y septiembre.
Científicos del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas han descrito cómo se produce un precursor común necesario para el crecimiento y la defensa de estas plantas. Este hallazgo abre el camino para controlar la producción de este compuesto.
