Suscríbete al boletín semanal

Recibe cada semana los contenidos más relevantes de la actualidad científica.

Agencia Sinc
Si estás registrado

No podrás conectarte si excedes diez intentos fallidos.

Si todavía no estás registrado

La Agencia SINC ofrece servicios diferentes dependiendo de tu perfil.

Selecciona el tuyo:

Periodistas Instituciones

Lo que nos pueden contar unos dientes de hace 130 millones de años

Podría parecer que únicamente los fósiles de organismos completos dan información relevante sobre los seres vivos del pasado; sin embargo, a veces un resto muy parcial, una pequeña parte, puede proporcionar gran cantidad de información. Esto es lo que ocurre con un nuevo género y especie de pez descrito recientemente por Francisco José Poyato Ariza, del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y David Didier Bermúdez Rochas del Museo Geominero (IGME), en un nuevo yacimiento cretácico de Cantabria.

Esta batería de dientes, de corona baja y ancha, indica que el organismo original era capaz de triturar alimentos muy duros. Pertenecen al vómer, un hueso que, en estos peces, formaba la mayor parte del techo del paladar. La forma particular de los dientes de la fila central es única, y ha permitido crear un nuevo género y especie para esos restos fósiles. Obsérvese la pequeñez de estos restos, puesta de manifiesto por la escala (4mm).

Este nuevo yacimiento, denominado Vega de Pas 1, está datado como Cretácico Inferior, períodos Hauteriviense-Barremiense, es decir, tiene unos 130 millones de años de antigüedad. Las peculiaridades de los procesos de fosilización en este yacimiento han resultado en la destrucción de todos los elementos esqueléticos de los organismos originales, con la excepción de los más duros, p.ej., los dientes. Normalmente, los dientes no aportan mucha información, salvo la de la presencia de un determinado tipo de organismo en el ecosistema original. Sin embargo, en ocasiones una morfología o forma particular de los dientes puede proporcionar información adicional. En este caso, que el organismo original, un pez del grupo extinto de los Pycnodontiformes, era durófago, es decir, su dieta estaba compuesta por organismos con esqueletos duros, como por ejemplo bivalvos (almejas). Esto viene indicado por la forma baja y muy ancha de las coronas de los dientes y la disposición de éstos en baterías, cubriendo toda la superficie del paladar.

Adicionalmente, en contadas ocasiones la forma de los dientes es tan peculiar que resulta única, es decir, no se conocen otros organismos con la misma morfología dentaria. En tal caso, se debe crear un nuevo género y especie para los restos, ya que se sabe que ningún otro organismo descrito tiene unos dientes exactamente iguales. Esto ocurre con los fósiles de Vega de Pas 1. La morfología peculiar de los dientes de la fila central, curvados y con los extremos más anchos que el centro, no se conocía antes de haber hallado estos fósiles; con ello se ha descrito Arcodonichtys pasiegae. El nombre genérico, Arcodonichthys, proviene del griego, y significa pez con dientes en arco. El nombre específico, pasiegae, está dedicado a los pasiegos, habitantes de la región de la Vega del río Pas.

Un último detalle: el pequeño tamaño de esos fósiles. La mayor batería dentaria apenas supera el centímetro y medio de largo total. Ello indica un tamaño total del pez original de unos 4 a 7 centímetros aproximadamente.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Francisco José Poyato-Ariza and David Didier Bermúdez-Rochas. New Pycnodont Fish (Arcodonichthys pasiegae gen. et sp. nov.) from the Early Cretaceous of the Basque-Cantabrian Basin, Northern Spain. Journal of Vertebrate Paleontology (2009). 29(1):271-275.

Fuente: Universidad Autónoma de Madrid (UCCUAM)
Derechos: Creative Commons

Solo para medios:

Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.

Artículos relacionados