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Tekniker-IK4 participa en un proyecto europeo que investiga nuevos materiales basados en nanopartículas carbonosas para aplicarlos a sectores como la automoción o la construcción.
Tekniker-IK4 participa en un proyecto europeo que investiga nuevos materiales basados en nanopartículas carbonosas para aplicarlos a sectores como la automoción o la construcción.
Un pedal de freno capaz de detectar la pisada del conductor, una pintura de vehículos resistentes al rayado y con capacidad autorreparadora, componentes de motor con capacidad de autolubricación, un panel de construcción de bajo coste y resistente al fuego o una espuma aislante térmicamente con eficiencia mejorada.
Estas son algunas de las aplicaciones que puede generar la utilización de nuevos materiales de alto valor añadido basados en nanopartículas carbonosas, en cuya investigación trabaja el centro tecnológico Tekniker-IK4 en el marco del proyecto europeo CarbonInspired.
El desarrollo de nuevos materiales con propiedades mejoradas es consecuencia de que los materiales en tamaño nanométrico presentan unas propiedades (mecánicas, eléctricas, magnéticas, ópticas, etc) excelentes y únicas, lo que permite su aplicación a múltiples sectores.
El proyecto ha arrancado sus trabajos este año agrupando las capacidades de un consorcio de entidades, entre las que además del centro vasco están el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), la Asociación de Investigación de Materiales Plástico y Conexas (AIMPLAS), la Universidade de Aveiro (Portugal) y el Institut Polytechnique de Bordeaux (Francia).
Una de las finalidades del proyecto, además de impulsar la investigación en un campo que tiene múltiples aplicaciones, es la creación de una red de transferencia entre España, Portugal y el sur de Francia para la aplicación de estos materiales basados en nanopartículas carbonosas dentro de los sectores de la automoción y la construcción.
La red de colaboración entre centros públicos y privados de I+D+i que crea CarbonInspired servirá para la transferencia de conocimiento a las empresas y proporcionará asesoramiento a las empresas del sudoeste europeo, especialmente a las pymes, para el desarrollo de nuevos productos y procesos en base nanopartículas carbonosas.
Un equipo internacional de científicos, liderados desde el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón, ha creado el primer imán duro de espesor atómico. El avance tiene aplicaciones potenciales en dispositivos tecnológicos que requieren un campo magnético definido, como las memorias RAM de los ordenadores.
En la interfaz entre dos capas rotadas de titanato de bario, con solo unos pocos átomos de espesor, aparecen propiedades que podrían revolucionar la ciencia de los materiales ferroeléctricos y ser útiles en la electrónica e informática del futuro. Los detalles los publican en Nature investigadores de la Universidad Complutense de Madrid.
