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Investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de Valladolid trabajan en el desarrollo de una aplicación software que permitirá estimar los riesgos psicosociales que existen en una empresa y que pueden desembocar en bajas laborales. El proyecto de investigación, que durará un año, se realiza en colaboración con la Federación de Servicios Públicos (FSP) del sindicato UGT en Castilla y León, e interviene también la Fundación Parque Científico de la Universidad de Valladolid.
El sindicato ha desarrollado un modelo teórico a través de una serie de encuestas que se realizarían a los empleados. En ellas se les preguntaría no sólo acerca de su situación personal, satisfacción, motivación, nivel de estrés, depresión, etc en el lugar de trabajo, sino sobre lo que perciben acerca de sus compañeros. “Esos datos se introducirían en esta aplicación informática, que representaría gráficamente los riesgos”, han precisado a DiCYT dos de los investigadores, Diego Rafael Llanos y Arturo González.
El objetivo ahora es “investigar qué representaciones visuales son las más convenientes para interpretar esta información por parte de los psicólogos” aunque existen “otros puntos oscuros sobre los que habrá que investigar”, por ejemplo, diseñar el espacio web de tal forma que “el psicólogo se concentre sólo en lo importante”, es decir, “simplificar el proceso”.
Antes de crear un servicio web con esta aplicación los investigadores prevén trabajar durante un año con un prototipo para comprobar “si es útil y si ayuda a las empresas a reducir costes” ya que la representación gráfica de esta información permitirá, entre otras cosas, establecer desde qué departamento dentro de una misma empresa es el que tiene un clima laboral más satisfactorio, hasta establecer el riesgo de que un trabajador determinado pueda tener una futura baja por mobbing, acoso sexual o estrés, han explicado los dos investigadores.
El desarrollo de este software lo realizarán investigadores de la Universidad de Valladolid y no una empresa porque “no está claro cómo representar gráficamente la información y hay que investigar sobre ello”, han señalado Llanos y González. Por el momento, existen propuestas similares de este modelo de predicción de riesgos en Dinamarca, aunque no se han aplicado.El proyecto se denomina Clyma y prevé estar listo en noviembre del año próximo, han explicado los dos investigadores.
Los esfuerzos de la comunidad científica por aclarar los ahora llamados ‘fenómenos anómalos no identificados’ se suelen centrar en aspectos físicos, como la aceleración o maniobrabilidad de los objetos observados. Pero su avistamiento también provoca un efecto transformador y una forma benigna de interés obsesivo no patológico en las personas que los ven, según la encuesta que ha realizado a casi un centenar de ellas un investigador de la Universidad de Cádiz.
Es conocido que los algoritmos a menudo reflejan los errores y prejuicios de sus creadores, pero también puede ocurrir lo contrario: que personas aconsejadas por una IA sesgada adapten sus decisiones a lo que recomienda el agente artificial, incluso cuando ya no cuentan con su asistencia. Así lo revelan experimentos realizados en la Universidad de Deusto.
