Un equipo con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha diseñado un nuevo sistema capaz de detectar y localizar incendios de forma temprana y con una tecnología de bajo coste. La red de vigilancia, denominada Wi-FLIP, está basada en una serie de chips o sensores de visión inteligente capaces de analizar los cambios en la intensidad luminosa y de distinguir el humo de otros fenómenos del paisaje.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han desarrollado dos sistemas para hacer más 'inteligentes' a los métodos de medición de la contaminación acústica que generan los aeropuertos. Los mecanismos, ya patentados, facilitan la aplicación de la normativa internacional.
Investigadores frente al tanque / UC3M
Científicos de la Universidad Carlos III de Madrid y de la Universidad de California en San Diego (EE UU) han recreado en el laboratorio una ola de tubo estática, cuya cresta ni avanza ni retrocede. La investigación permitirá mejorar el diseño de barcos y puertos marinos, así como estudiar el intercambio de dióxido de carbono entre el océano y la atmósfera.
En verano los niveles de ozono (O3) en la atmósfera aumentan con frecuencia. En Galicia, debido a las emisiones humanas y a la elevada vegetación, también se han registrado episodios estivales de altas concentraciones de ozono que merman la calidad del aire. Un sistema de modelización de la atmósfera aplicado al noroeste peninsular por investigadores de la Universidad de Aveiro (Portugal) y la Universidad de Santiago de Compostela ha detectado una transferencia de ozono del norte de Portugal hacia Galicia.
Investigadores del Grupo de Biotecnología de Microalgas marinas de la Universidad de Almería han desarrollado un procedimiento para obtener microalgas que aumenta la producción de biomasa rica en grasas poliinsaturadas, de interés para alimentar a especies acuícolas. La técnica incluye la adición de fertilizantes y la reutilización de agua portadora de nutrientes.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han conseguido producir carbón activo con los lodos que se generan en las depuradoras, revalorizando así este residuo. El producto resultante se puede utilizar, a su vez, para depurar los líquidos o gases que se originan en otros procesos.
Después de realizar dos perforaciones en las entrañas de Río Tinto en 2011 y dejar pasar un año para que se asentaran, ingenieros y científicos del Centro de Astrobiología (INTA–CSIC) han colocado esta semana sensores en los pozos. El objetivo es monitorizar en tiempo real todos los parámetros fisicoquímicos de las perforaciones y la transmisión de la actividad metabólica del subsuelo por control remoto. Comienza así la segunda fase del proyecto Iberian Pyritic Belt Subsurface Life Detection, IPBSL.