Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña han liderado un trabajo que ha conseguido un objetivo difícil de alcanzar: medir las propiedades electromagnéticas de materiales biológicos al nivel de células bacterianas individuales y a frecuencias muy altas (gigahercios).
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid estudian las posibilidades de la producción de energía mediante energía solar desde una perspectiva novedosa en busca de la rentabilidad de las instalaciones sin subvenciones.
Un equipo internacional de físicos y biólogos, en el que han participado investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, ha conseguido evaluar la carga eléctrica de diversas partículas víricas individuales en agua, midiendo la repulsión electrostática entre la punta nanométrica de un microscopio de fuerzas atómicas y un virus. Los resultados revelan que la carga eléctrica de estos microorganismos depende de su naturaleza estructural y la presencia o ausencia del ADN y ARN en el interior.
Con una molécula de ftalocianina, unos pocos átomos de indio –un metal poco abundante– y la ayuda de un microscopio de efecto túnel se puede construir un nanotransistor. Así lo demuestra un estudio internacional en el que un español del instituto Paul-Drude de Berlín figura como primer autor. El científico también ha creado una aplicación web interactiva para que cualquiera pueda reproducir sus experimentos.
Las llamadas 'narices electrónicas' usan la nanotecnología y la inteligencia artificial para detectar y clasificar, a partir del olor, determinadas sustancias, como los gases contaminantes presentes en el aire. En este contexto, investigadores de la Universidad de Extremadura han diseñado un programa para gestionar de forma óptima y remota la información que se genere desde estos dispositivos.
Un equipo de investigadores europeos, liderado por un español desde la Universidad de Cambridge, ha creado un dispositivo electrónico tan preciso que puede detectar la carga de un solo electrón en menos de un microsegundo. Lo han bautizado como ‘sensor de puerta’ y se podría aplicar en los futuros ordenadores cuánticos para leer la información almacenada en la carga o el spin de un único electrón.
Chip de silicio con el que se ha diseñado el sensor de puerta. / Hitachi Cambridge Laboratory et al.
Vladimir Zworykin rediseñó el microscopio en 1940. / Wearbeard
Un investigador de la Universidad Pública de Navarra ha desarrollado un modelo capaz de simular las fluctuaciones de potencia fotovoltaica. "Con tan solo conocer la irradiancia registrada en un punto, el número de centrales agrupadas y la superficie media que ocupan, podemos simular qué fluctuaciones de potencia fotovoltaica pueden producirse", explica el ingeniero Iñigo de la Parra Laita, autor del estudio.
La fibra óptica se suele emplear en el ámbito de las telecomunicaciones para transmitir información por medio de la luz, pero un grupo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha desarrollado una técnica para que pueda utilizarse como un termómetro en entornos industriales extremos. Con la fibra han fabricado un pirómetro, un instrumento que mide la temperatura sin estar en contacto con el objeto.