Un estudio, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, reconstruye las condiciones en que se habitaron las Azores por primera vez y el impacto de la presencia humana en los ecosistemas. Los autores del trabajo sugieren que los primeros colonizadores procedían del norte de Europa.
La superficie afectada llega ya a 399 hectáreas, mientras el gobierno central ha anunciado un paquete de ayudas por un valor total de 206 millones de euros. Las medidas irán encaminadas a garantizar viviendas, negocios, plantaciones e infraestructuras, así como a paliar el problema de abastecimiento de agua.
El satélite Sentinel-2 capta el río de lava desde el espacio.
Cumbre Vieja es ya una Meca en la que se dan cita decenas de investigadores de diferentes campos, como la sismología, la geoquímica y la oceanografía. En vulcanología el trabajo multidisciplinar es esencial. Mientras unos vigilan el magma, otros miden el terreno, persiguen a la lava o analizan el aliento emitido. Su misión ahora es concreta: evitar víctimas.
Tras su llegada al mar la pasada noche, la colada de lava del volcán de La Palma, ha creado un delta de unos 500 metros de ancho. En estos momentos, continúa la emisión de vapor de agua y gases provocada por el contacto del material fundido con el agua. Por ello, se mantiene en vigor el confinamiento en varios núcleos de población, así como una zona de exclusión de navegación de dos millas.
Desde hace días se esperaba que la colada del volcán de Cumbre Vieja llegara al mar y esta noche ha sucedido. Los efectos han sido inmediatos por el choque térmico: nubes de gases calientes con ácido clorhídrico que se irán diluyendo en la atmósfera y se emitirán mientras la lava mantenga su encuentro con el agua marina.
Decenas de investigadores se han trasladado a La Palma para seguir la nueva erupción en la isla, coordinados con los colegas que trabajan desde sus centros. El registro de seísmos, las mediciones de gases, los análisis químicos de las muestras, las imágenes aéreas y los cálculos de riesgos ofrecen datos cruciales para que los equipos de emergencia puedan proteger a la población.
El seguimiento de los seísmos que precedieron a la erupción en La Palma, la deformación del terreno, el avance de la lava, las casas destruidas y las emisiones no sería posible sin los satélites que están ayudando durante esta emergencia, especialmente los centinelas del programa europeo Copernicus.
El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán) ha confirmado que se ha abierto una nueva boca eruptiva en uno de los flancos del cono activo desde el domingo. Las autoridades han evacuado los barrios de Tajuya y Tacande.
La Organización Mundial de la Salud ha actualizado sus recomendaciones sobre la calidad mínima del aire y ha fijado como peligrosos niveles de polución atmosférica que eran considerados seguros hasta ahora.