El consumo de caracoles se generalizó a finales del Pleistoceno (hace unos 20.000 años), siendo muy frecuente durante el Holoceno inicial (hace sobre 11.600-8.900 años). Sin embargo, no se conocía con certeza cuándo y cómo fueron incorporados en la dieta humana. Los recientes descubrimientos en la Cova de la Barriada han aportado pruebas irrefutables sobre la selección, preparación y consumo alimenticio de los caracoles terrestres durante el periodo Gravetiense.
La alta precisión de la datación de los restos procedentes de 40 yacimientos arqueológicos, situados en países como Rusia y España, señala que la desaparición de los neandertales de Europa tuvo lugar hace unos 40.000 años. Esto implicaría que neandertales y humanos modernos convivieron en estos territorios durante más de 2.000 años.
Un grupo de investigadores estadounidenses ha encontrado a 800 metros de profundidad, bajo el hielo antártico, un verdadero vergel de vida microbiana que sobrevive en un ecosistema de total ausencia de luz y a temperaturas por debajo de los cero grados centígrados. El hallazgo tendrá implicaciones para la búsqueda de vida en ambientes extremos, tanto dentro como fuera de la Tierra.
Ejemplar de Atractus spinalis. / Efe
Un estudio internacional en el que participan científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto que una bacteria presente en los océanos, Dokdonia sp., utiliza la luz y fija hasta el 30% de su carbono a partir de CO2.
Cultivos bacterianos provenientes de las muestras./ WISSARD
Entre los años 2010 y 2012 los cazadores furtivos fueron culpables del 7 % de las muertes de elefantes en África, y en 2013 la tasa superó el 5 %. Así lo estima un modelo desarrollado por investigadores de Kenia, EE UU y Reino Unido, que basan su estudio en los cadáveres de estos grandes mamíferos encontrados en la reserva keniata de Samburu, la evolución del mercado del marfil y los datos demográficos de las especies.
Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas revela que las plantas obtienen agua de la estructura cristalina del yeso en periodos de sequía. El conocimiento de este mecanismo puede contribuir a crear métodos para la reforestación, cultivo de zonas áridas o en la búsqueda de vida en ambientes extremos, como otros planetas.
Un grupo de oseznos en el Centro de Recuperación de Osos Huérfanos de Europa. / Efe
Reconstrucción de la armadura dérmica de los saurópodos titanosaurios, los últimos dinosaurios gigantes. / UNED