Cuadros, mapas y archivos históricos ayudan a reconstruir la naturaleza del pasado

Un equipo de la Estación Biológica de Doñana ha recopilado ocho tipos de fuentes históricas que permiten rastrear cambios en la biodiversidad antes de la industrialización. El trabajo aporta claves para diseñar políticas de conservación y restauración más eficaces.

Cuadros, mapas y archivos históricos ayudan a reconstruir la naturaleza del pasado
Mercado de pescadores, de Frans Snyders (s. XVII), una de las obras citadas por los investigadores. / EBD-CSIC

El estudio científico de la biodiversidad es relativamente reciente. La recopilación sistemática de datos comenzó a partir de la década de 1950, cuando los efectos de la actividad humana sobre el medio ambiente eran ya visibles. Esto implica que muchas referencias para diseñar estrategias de conservación se basan en ecosistemas alterados. Surge entonces una cuestión: ¿cómo conocer la biodiversidad en épocas preindustriales, cuando la huella humana aún no había transformado los paisajes?

En la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), un grupo de investigadores responde a esta pregunta desde la ecología histórica, un campo que explora fuentes históricas y artísticas para reconstruir la relación entre las sociedades y la naturaleza. En un artículo publicado en Nature Reviews Biodiversity, el equipo ha identificado ocho tipos de fuentes útiles para obtener información sobre especies, ecosistemas y usos del territorio.

Muchos desconocen el potencial que ofrecen, por ejemplo, las cartas, las obras de arte, los mapas antiguos o la tradición oral

Laetitia Navarro, investigadora de la EBD-CSIC.

“Cuando pensamos en estudiar la naturaleza del pasado, lo primero que se nos viene a la cabeza son los fósiles y los especímenes de colecciones científicas. Sin embargo, muchos desconocen el potencial que ofrecen, por ejemplo, las cartas, las obras de arte, los mapas antiguos o la tradición oral”, explica Laetitia Navarro, investigadora de la EBD-CSIC.

Los ejemplos recogidos muestran cómo esta perspectiva corrige visiones erróneas. En Hawái, la combinación de datos arqueológicos con informes pesqueros y etnográficos antiguos reveló periodos de recuperación de poblaciones de coral. En Guinea, documentos, fotografías aéreas e historias orales demostraron que bosques y sabanas se expandieron durante los siglos XIX y XX, desmintiendo la narrativa colonial de una deforestación masiva.

Revisión de la historia de especies

El análisis de documentos históricos también ha permitido revisar la historia de especies concretas. En España, recetarios y diccionarios geográficos han revelado que el cangrejo de río, considerado nativo, fue introducido desde Italia hace más de 400 años, lo que obliga a replantear su conservación. En México, la combinación de tradición oral, registros arqueológicos y fuentes escritas ha permitido reconstruir tres siglos de explotación pesquera de la tortuga verde del Pacífico, una información clave para su recuperación actual.

Más allá de rescatar datos del pasado, esta metodología permite identificar causas precisas de los cambios ecológicos. En Canadá, el estudio de concheros, restos arqueológicos y fuentes orales mostró que muchos incendios forestales eran provocados por comunidades indígenas como técnica de gestión del paisaje, dejando una huella en la composición de los ecosistemas.

Recurrir a diversas fuentes para reconstruir el conocimiento ecológico a largo plazo permite reconectar con nuestro patrimonio natural y afinar la percepción de los cambios en la biodiversidad

“La gente tiende a tener como referencia el estado de la naturaleza que experimenta a lo largo de su vida, aceptando generación tras generación ecosistemas cada vez más degradados como norma”, señala Navarro. Este fenómeno, conocido como síndrome del punto de referencia cambiante, condiciona la percepción social de la conservación. “Usar una variedad de fuentes para reconstruir el conocimiento ecológico a largo plazo puede ayudarnos a reconectar con nuestro patrimonio natural y agudizar nuestra percepción de los cambios en la biodiversidad”.

Digitalización el IA

El trabajo subraya además el potencial de las nuevas tecnologías. La digitalización de archivos, la inteligencia artificial y la visión por ordenador pueden facilitar la detección de datos relevantes en materiales históricos. También se destaca el papel de la ciencia ciudadana, ya sea mediante la aportación de fotografías antiguas, la participación en proyectos de remuestreo como Paisajes Centenarios o la extracción de datos de archivos digitalizados en plataformas abiertas.

Este artículo es fruto de SOURCES, un simposio celebrado en la Casa de la Ciencia de Sevilla en 2023 dentro del proyecto europeo SUMHAL, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y fondos FEDER de la Unión Europea. La reunión reunió a especialistas en biología de la conservación, ecología, historia, geografía y paleobiología para debatir sobre cómo integrar fuentes históricas en la investigación y la gestión de la biodiversidad.

Referencia:

Navarro, L.M., Armstrong, C.G., Changeux, T. et al. “Integrating historical sources for long-term ecological knowledge and biodiversity conservation”. Nature Reviews Biodiversity, 2025.

Fuente:
CSIC
Derechos: Creative Commons.
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