Un estudio realizado por investigadores del Banco Interamericano de Desarrollo en 3.880 escuelas de Chile alerta de que niveles altos de contaminación atmosférica están asociados a un menor rendimiento en las pruebas cognitivas.
La Organización Mundial de la Salud alerta de que la calidad del aire en la mayoría de las ciudades que han monitorizado –un total de 1600 ciudades de 91 países– no cumple con los niveles de seguridad establecidos sobre contaminación atmosférica, exponiendo a las personas al riesgo de padecer enfermedades respiratorias y otros problemas de salud.
La contaminación atmosférica sigue ocasionando daños a la salud humana en Europa, puesto que en torno al 90 % de la población de las ciudades de la UE está expuesta a concentraciones de alguno de los contaminantes atmosféricos más perjudiciales que la Organización Mundial de la Salud considera nocivas.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han desarrollado un sistema que analiza en tiempo real la contaminación atmosférica y genera un índice de contingencia ambiental que permite a las autoridades locales tomar medidas correctoras.
Dos millones de personas mueren al año de forma prematura por la contaminación atmosférica
Desde hace unos años se ha tomado creciente conciencia de que las emisiones contaminantes ocasionadas por actividades humanas, al difundirse por el territorio, no afectan de manera similar a las diferentes categorías sociales. A menudo se ha observado que la exposición a las mismas o sus efectos negativos (las denominadas externalidades espaciales) discriminan y penalizan especialmente a los grupos más desfavorecidos, lo que genera una “injusticia” de origen ambiental. La sólida reivindicación social ha ocasionado que en algunos países se hayan promulgando normas que obligan a medir el grado de equidad / inequidad ambiental que ciertos planes o actuaciones implican, lo cual está demandando estudios y métodos para dilucidar con rigor tal cuestión.