Misteriosas nubes gigantes en el hemisferio sur de Marte. / GCP (UPV/EHU)/NOAA
En marzo de 2012, astrónomos aficionados tomaron desde diferentes rincones del mundo imágenes de un penacho emergiendo al amanecer en el borde del disco de Marte. Si bien las naves espaciales en órbita marciana han observado en numerosas ocasiones finas capas de nubes en el limbo, su altura máxima nunca ha superado los 100 km. Esta protuberancia, en cambio, superó los 200 km de altura. De momento, con el conocimiento actual de la alta atmósfera de Marte, no es posible explicar el fenómeno, que podría suponer un riesgo para futuras misiones en órbita baja en Marte.
Un estudio publicado en la revista Nature Geoscience aporta nuevos datos, recopilados de un total de 101 embalses repartidos por toda la península ibérica, para explicar la sobresaturación de CO2 en los lagos.
Un estudio realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) dentro de un proyecto europeo ha evaluado por primera vez productos de polvo atmosférico mineral procedentes de dos de las fuentes de polvo mineral más importantes del mundo: el Sahara-Sahel y Oriente Próximo. El análisis, de los más completos realizados hasta ahora gracias a los medios utilizados, permitirá vigilar y predecir la composición del polvo.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han realizado un análisis crítico de las publicaciones sobre los impactos en ecosistemas y organismos. Según los resultados, los científicos han señalado que existen evidencias “convincentes, pero no concluyentes” de que el cambio climático sea la causa de esas transformaciones.
Investigadores de la Universidad de Huelva han examinado por primera vez el comportamiento del ozono superficial de áreas urbanas, rurales e industriales de una zona tan amplia como Andalucía occidental. Los resultados revelan que este contaminante atmosférico se puede detectar lejos de su zona de emisión, y que presenta picos máximos en primavera y verano, entre otros datos recogidos sobre su dinámica y variación.
Un grupo internacional de científicos ha detectado vapor de agua en la atmósfera de un planeta que orbita una estrella diferente al Sol, es decir, un exoplaneta, situado a 120 años luz de la Tierra. Este hallazgo, publicado en la revista Nature, puede proporcionar pistas sobre la formación y evolución de planetas más parecidos a la Tierra.
Un Equipo de la Universidad de Valladolid y de la Agencia Nacional para las Nuevas Tecnologías de Italia ha realizado dos estudios para caracterizar el flujo radiativo bajo condiciones de cielos cubiertos. Según las mediciones llevadas a cabo, la disminución de la columna de ozono registrada con cielo nublado provoca un aumento de los niveles de radiación UV en superficie, y a su vez dicha radiación produce efectos sobre la química de la atmósfera y sobre la biosfera.
La sonda Cassini capta una gran tormenta en Saturno. / ESA-NASA
Ilustración del exoplaneta GJ 1214b. / NASA, ESA & G.Bacon