El mayor estudio realizado hasta la fecha para averiguar el peso de los genes en la conducta sexual hacia personas del mismo sexo confirma que no existe un gen de la homosexualidad. Las variaciones genéticas halladas en una muestra de casi medio millón de participantes explican solo una pequeña parte de este comportamiento sexual, poniendo de manifiesto la complejidad de la sexualidad humana.
El ADN registrado más antiguo de un parásito pertenece a la lombriz Toxascaris leonina y ha sido encontrado en las heces fosilizadas de un puma que vivió en el norte de Argentina hace unos 17.000 años. El hallazgo demuestra la presencia de la especie en la zona antes de la llegada de los seres humanos.
Hace ya casi 20 años del Proyecto Genoma Humano, sin embargo, aún no sabemos cuántos genes tenemos. Recientemente, en porciones de ADN de ratón que se consideraban ‘basura’ se ha encontrado un gen esencial en procesos autoinmunes. Los investigadores creen que el hallazgo es extensible a humanos y proponen cientos de candidatos adicionales. Se abre toda una vía de estudios y repercusiones.
Un estudio de científicos canadienses ha revelado que los inuits de Nunavik, en Quebec, poseen un genoma único en el mundo, con variaciones que les han permitido adaptarse al frío extremo del Ártico. Sin embargo, estas características les hacen más susceptibles a enfermedades cardiovasculares y aneurismas cerebrales.
Un equipo científico estadounidense ha logrado por primera vez eliminar el virus del sida del genoma de animales vivos. Para ello, ha utilizado un método que combina el tratamiento con antirretrovirales avanzados y edición genética. Los autores creen que podrán iniciar los ensayos clínicos en humanos dentro de un año.
Hace miles de años, la almendra silvestre no era el fruto dulce y saludable que comemos hoy. Sus toxinas podían ser tan mortales que se utilizaban para envenenar a los traidores en el antiguo Egipto. La secuenciación de su ADN revela ahora que dejaron de ser amargas y tóxicas gracias a un pequeño cambio en un solo gen que permitió la selección de los ejemplares más comestibles.
Un equipo científico con participación española ha secuenciado el ADN de semillas de uva antiguas, halladas en el sur de Francia, para trazar el árbol familiar de viñas antiguas y modernas. Muchos de los vinos que ahora consumimos en Europa son descendientes de variedades que tienen cientos de años.
Es el responsable un proyecto que ya ha secuenciado más de 100.000 genomas de pacientes con enfermedades raras y cáncer con el objetivo de encontrar mejores tratamientos dentro de la sanidad pública británica. Hace un llamamiento para que los investigadores europeos sigan unidos, pese a los obstáculos que pueda poner la salida de su país de la UE.