Los países reunidos en la COP30 en Belém (Brasil) aprobaron por consenso un documento final para afrontar el cambio climático. El texto no menciona en ningún momento los combustibles fósiles, pese a las demandas de la Unión Europea y otros estados por incluir una hoja de ruta para abandonarlos.
Las comunidades nativas apenas contribuyen al cambio climático, pero lo sufren en mayor medida. Se les llama guardianes de la biodiversidad porque protegen y gestionan gran parte de la naturaleza terrestre. Hasta ahora no se les ha dado voz en las mesas del clima. La COP30 que se celebra en Belém, en la Amazonia brasileña, pretende ser un cambio de rumbo.
En plena celebración de la Cumbre del Clima COP30 en Brasil, Margarita Mediavilla Pascual, científica de la Universidad de Valladolid, advierte de que la transición hacia energías renovables no es solo un desafío tecnológico, sino también material y social.
Como en otras cumbres climáticas, aunque en esta de manera más evidente al celebrarse en Brasil, el evento es el reflejo de las contradicciones del mundo en el que vivimos.
Este domingo de madrugada, tras dos semanas de intensas negociaciones, momentos de crisis y “caos” en su tramo final, se llegó a un acuerdo financiero en la Cumbre del Clima de Bakú por el cual los países ricos pagarán 300 mil millones de dólares anuales al mundo en desarrollo para costear allí la acción climática.
La liberación de dióxido de carbono a la atmósfera alcanzará un récord histórico en 2024, reflejando el avance insuficiente en la reducción del uso de combustibles fósiles y el cambio de uso del suelo. Según el informe Global Carbon Budget, el riesgo de superar el límite de 1,5 ºC en la temperatura global aumenta, mientras los sumideros naturales siguen bajo presión.
La cumbre climática COP29 ha comenzado este lunes en Bakú (Azerbaiyán) con una llamada al mundo para elevar la meta de financiación climática, porque "vamos de camino a la ruina" del planeta, ha advertido en la inauguración el presidente de la conferencia mundial, Mukhtar Babayev.
Hacer más operativa la justicia y dotarla de nuevas herramientas para una adaptación climática más efectiva es uno de los objetivos principales del trabajo de Susana Borràs. Esta profesora de derecho ambiental estudia aspectos de esta emergencia, como la justicia climática, los derechos humanos ambientales y el de las personas que defienden el medio ambiente.
La ventana para no superar los 1,5 °C se está cerrando a un ritmo acelerado. Sin embargo, es fundamental reducir al máximo la magnitud y el tiempo en que estemos por encima de esa cifra. Un informe presentado hoy durante la COP28 de Dubái, en el que participa Marcos Fernández del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, apunta una decena de mensajes urgentes para la hoja de ruta que marcará esta cumbre.