Adenocarcinoma de próstata visto al microscopio.
Un equipo internacional de científicos ha secuenciado la información genética de siete variedades de cáncer de próstata y ha descubierto nuevos mecanismos relacionados con la enfermedad. Con estos datos, los investigadores esperan desarrollar herramientas de diagnóstico personalizadas para cada paciente.
¿Para qué sirve secuenciar el genoma de los simios, nuestros parientes más cercanos en la escala evolutiva? Pues, según Arcadi Navarro, catedrático de Genética y vicedirector del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona (centro mixto CSIC-Universidad Pompeu Fabra), "para tener una nueva perspectiva del ser humano", entre otras cuestiones.
Un equipo internacional de científicos ha secuenciado por primera vez el genoma de un crustáceo, Daphnia pulex, también llamado “pulga de agua”, por su tamaño casi microscópico. Según el estudio, que se publica ahora en Science y que coincide con el décimo aniversario de la secuenciación del genoma humano, se trata del animal con mayor número de genes, unos 31.000. El ser humano cuenta con 23.000 genes.
El proyecto Variación Genética Europea de Enfermedades (GEUVADIS) reune los principales laboratorios de secuenciación europeos para definir los estándares éticos y tecnológicos para promover la formación multidisciplinaria para toda la comunidad científica y médica. GEUVADIS, coordinado por Xavier Estivill, del Centro de Regulación Genómica de Barcelona y financiado por la Comisión Europea, incluye 17 colaboradores internacionales de toda Europa y de los EE UU.
La Comisión Europea ha designado un medicamento huérfano para el tratamiento de la Anemia de Fanconi. Se trata de un vector lentiviral que contiene el gen de esta enfermedad. En la designación de este medicamento huérfano, obtenida por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), han colaborado Genoma España y la Fundación Botín, entre otras instituciones.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Havard (EE UU) ha usado libros digitalizados como 'genoma cultural' para cuantificar con precisión una amplia variedad de tendencias culturales e históricas. Los académicos han analizado el 4% de todos los libros publicados en la historia como ‘registro fósil’ digital de la cultura humana.
Los investigadores han realizado un seguimiento de la frecuencia con la que las palabras aparecen en los libros a lo largo del tiempo para comprender mejor asuntos tan diversos como la memoria colectiva de la humanidad.
Científicos de la Unidad de Genómica Estructural del Departamento de Bioinformática y Genómica del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) han conseguido determinar la estructura tridimensional de una pequeña parte del genoma humano hasta el momento imposible de visualizar.