Combinar miles de genomas modernos y antiguos para construir la mayor genealogía humana hasta la fecha es lo que ha logrado un equipo internacional de científicos. El estudio, publicado en la revista Science, muestra los principales acontecimientos de la historia de la humanidad, así como su cronología y localización geográfica.
Investigadores de EE UU han desarrollado un modelo cinético, tridimensional y totalmente dinámico que imita lo que ocurre en una célula real. Los resultados ofrecen una visión de los principios fundamentales de la vida.
Investigadores de EE UU han logrado editar las células que recubren las paredes de los vasos sanguíneos en un modelo de ratón. Para ello, han desarrollado una nanopartícula que hace llegar la herramienta de corta-pega genético CRISPR Cas9 a estas células. El avance tiene un gran potencial para el tratamiento de enfermedades, incluido el síndrome de dificultad respiratoria aguda causado por la covid-19.
Muchas de las especies descritas son exclusivas de las zonas polares, están activas y presentan una distribución restringida en el océano Ártico. Además, algunas muestran una gran versatilidad metabólica, lo que les permite responder mejor a los cambios ambientales.
Investigadores de la Universidad de Oxford han descubierto que, a pesar de que la edad aumenta el riesgo de enfermar, las probabilidades de padecer alteraciones genéticas se reduce a medida que envejecemos. Estos hallazgos podrían mejorar la capacidad de predecir quién desarrollará una dolencia en función de su genoma.
El genoma de las cinco especies de rinocerontes que aún viven en la actualidad y de tres extintas ha sido analizado y comparado para conocer el pasado de los ancestros de estos animales y su evolución. El equipo de científicos ha descubierto que su escasa diversidad genética actual era también común en los ejemplares antiguos.
La mayoría de los estudios genéticos sobre rasgos faciales se han limitado a personas de ascendencia europea o asiática. Ahora una investigación centrada en individuos del este de África arroja luz sobre nuevas regiones del genoma y genes potencialmente relacionados con la forma de la cara.
Gracias al análisis de metagenomas microbianos recogidos a 4.000 metros de profundidad en la Expedición Malaspina del año 2010, un equipo de científicos ha logrado reconstruir el genoma de 317 microorganismos del océano profundo, de los que más del 68 % de los genomas bacterianos y más del 58 % de los de arqueas obtenidos pertenecen a especies aún no descritas.
La secuenciación del genoma de más de 300 personas de la región del Pacífico revela cómo comenzaron a colonizar Oceanía hace unos 45.000 años. En el camino, desde África y atravesando Eurasia, se cruzaron con otras especies humanas que dejaron mutaciones y adaptaciones inmunitarias útiles para sobrevivir en entornos isleños.
La secuenciación de los genomas de los humanos más antiguos de Europa hallados en una cueva búlgara, así como los de una mujer en República Checa, confirman en dos estudios las estrechas interacciones de sus poblaciones. Los resultados reflejan lo tumultuosa que fue la historia temprana de los humanos modernos en Europa.