El uso excesivo de móviles, tabletas y otros dispositivos electrónicos puede dañar la salud emocional infantil, especialmente en las edades comprendidas entre los 6 y los 10 años. Un estudio internacional alerta de que no solo importa el tiempo, sino también el contenido. Por ejemplo, los videojuegos pueden ser una señal de necesidad de evasión.
Una nueva investigación en Reino Unido muestra que los neonatos con una combinación específica de bacterias intestinales en la primera semana de vida tienen menos probabilidad de ser ingresados por infecciones respiratorias. Sin embargo, por el momento se trata de una asociación y no una relación causal.
Las nuevas generaciones vivirán al menos el doble de olas de calor que sus abuelos. Expertos y proyectos europeos apuestan por renaturalizar entornos escolares para adaptarlos al cambio climático.
Una nueva investigación sugiere que la microestructura de la sustancia blanca del cerebro de los bebés predice su capacidad de regulación emocional en los siguientes seis. Este hallazgo ofrece nuevas formas de identificar a los niños en riesgo de futuros trastornos conductuales y emocionales.
La investigación, liderada por la Universidad Complutense de Madrid, sugiere comer dentro de un periodo de menos de doce horas al día para prevenir la obesidad infantil. Según los resultados, de carácter observacional, cenar tarde se asocia a una peor calidad de la dieta de la infancia.
La sobreexposición a información en internet aumenta el riesgo de caer en desinformación. Fomentar el pensamiento crítico desde la infancia ayuda a reconocer contenidos manipulados y a tomar decisiones informadas.
Este trabajo, en el que ha participado un investigador de la Universidad Politécnica de Madrid, señala que utilizar de forma temprana y excesiva los dispositivos digitales en la infancia puede mejorar ciertas habilidades cognitivas, pero también conlleva riesgos como la reducción de la atención y aptitudes sociales.
Psiquiatras, psicólogos y pediatras advierten del gran incremento de los trastornos de ansiedad en niños y jóvenes. Detrás está un cambio drástico en la forma de vivir la infancia y la adolescencia influenciado por el uso de pantallas y plataformas como TikTok e Instagram.
Los colegios son un ambiente clave para fomentar la salud infantil. Investigadores españoles han estudiado cómo los niños y niñas que participaron en una intervención sobre buenos hábitos presentaron una mejora en los indicadores de salubridad.
Ambos factores pueden ayudar a superar los déficits de función pulmonar en la primera infancia, con importantes implicaciones para la salud respiratoria a largo plazo, según un nuevo estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona.