La basuraleza es un problema global: cada día toneladas de residuos derivados de actividades industriales, agrícolas o domésticas acaban en la naturaleza causando, no solo un daño estético, sino una amenaza para la supervivencia de los ecosistemas. En el caso de los microplásticos, el problema tiene solución gracias a la puesta en marcha de acciones para detectarlos en sistemas acuáticos continentales.
Un nuevo informe de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza revela que el equivalente a más de 500 contenedores de transporte al día, unas 229.000 toneladas de plástico, se vierten al mar Mediterráneo al año. Si no se toman medidas significativas para abordar la mala gestión de los residuos, esta cifra será por lo menos el doble en 2040.
Cerca de 13 millones de toneladas de plástico llegan cada año a los océanos, pero poco se sabe aún sobre su impacto en los ecosistemas marinos. Esta investigadora ha recibido uno de los premios L’Oréal-UNESCO For Women in Science por estudiar sus efectos.
Investigadores de la Universidad de Alicante han desarrollado una tecnología que permite la eliminación de olores en plásticos reciclados empleando vapor de agua. Esta innovación aumenta la reutilización de envases procedentes de la basura doméstica e industrial, reduciendo la cantidad que acaba en el vertedero.
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas hallan una importante acumulación de compuestos organofosforados, que se usan como plastificantes y retardantes de llama, en los tejidos de los delfines del océano Índico. Los expertos señalan que los niveles de contaminantes son 10 veces mayores que en los mamíferos del Mar de Alborán, lo que pone en riesgo la salud de la biota marina.
La basura marina es un problema creciente en el Mar Mediterráneo, pero pocos estudios se han centrado en su composición, distribución espacial y evolución temporal. Ahora, un nuevo trabajo revela que en aguas españolas los plásticos son el principal componente y que la densidad es mayor en el Mar de Alborán que en la región levantina o Cataluña, donde la acumulación se ha mantenido estable.
Los plásticos flotantes son responsables de alteraciones significativas para el medio ambiente, según varios trabajos realizados por una científica de la Universidad de Oviedo. Las investigaciones muestran que los plásticos pueden transportar biota adherida, entre ellos especies exóticas, a grandes distancias. Este fenómeno, llamado rafting, ha atraído recientemente la atención científica y pública, pero aún no existe una comprensión general del proceso, ni de su impacto a nivel global.
Investigadores de AINIA centro tecnológico y una empresa multinacional han presentado prototipos de envases que prolongan, e incluso llegan a doblar, la vida útil de salsas, purés, mermeladas, conservas y otros alimentos. Están fabricados con copoliamidas avanzadas, un tipo de plástico polimérico.
Las altas concentraciones de partículas de plástico recientemente descubiertas en el Océano Ártico han revelado su origen: son pintura de barcos, desechos de nailon de redes de pesca y restos de la gran mancha de basura del Pacífico.