Investigaciones realizadas en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han puesto de manifiesto que cambios en la temperatura corporal pueden favorecer el despegue de las placas de ateroma de las paredes de las arterias y que incorporadas al torrente sanguíneo pueden provocar trombosis e infartos.
El nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Helsinki, Finlandia, y de la Universidad de Standford, en EE UU, sugiere que un tipo de célula troncal, supuestamente fundamental para la formación de los vasos sanguíneos (angiogénesis) y para el crecimiento del cáncer, realmente no existe.