El dermatólogo pediátrico habla sobre los vídeos de cuidado de la piel a los que están expuestos los menores en redes sociales. Según el especialista, muchos niños y niñas ya están usando estos productos, sin saber que son dañinos en la piel de los más jóvenes.
El cuidado de la piel o skincare está de moda. Las redes sociales están inundadas de vídeos de rutinas con múltiples pasos que implican cremas, sérums y jabones, especialmente para el rostro. El objetivo principal es claro: tener una piel bonita y joven.
Pero, a diferencia de otros momentos donde estos consejos se ceñían sobre todo a mujeres y mayores de 30 años, ahora este contenido es seguido por adolescentes menores de 18 e incluso niños y niñas. Un informe elaborado desde la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) y la Fundación Mapfre en 2023 reveló que de los menores encuestados un 33,1 % recibía publicidad sobre cosmética y belleza.
Esto es lo que denuncian dermatólogos como Raúl de Lucas, jefe de Dermatología Pediátrica en el Hospital de La Paz, que habló con SINC durante el 52º Congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), celebrado en Valencia entre el 7 y el 10 de mayo. Según el especialista, ha observado un auge de las consultas de niños, niñas y adolescentes sobre estos productos, con las consecuencias perjudiciales que tienen en su piel.
En las rutinas de cuidado de la piel que se comparten en redes sociales, se ve a chicos y chicas que se aplican muchos productos. ¿Son todos realmente necesarios?
Lo más importante es, primero, hacer un diagnóstico correcto de la piel, es decir, saber si hay alguna patología o no. Por ejemplo, si el paciente sufre dermatitis atópica, psoriasis, rosácea, acné, o si hay daño en la piel causado por la luz solar…
Así se elige el producto de higiene adecuado, que no es el mismo para una persona sana, para un adolescente o para alguien que tenga algún tipo de condición.
Pero, en general, la rutina de higiene y aplicarse protección contra el sol es más que suficiente. Luego hay otras sustancias, como el retinol o antioxidantes, que también pueden usarse, pero desde luego no de forma generalizada y sin la valoración previa de un profesional sanitario.
Como dermatólogo pediátrico, ¿ha notado un aumento de consultas donde niños, niñas y adolescentes piden productos para el cuidado de la piel?
Sí, mucho. Muchos vienen a la consulta solo para que les hagas una rutina de skincare. Vienen directamente con bolsas llenas de productos: cremas para el contorno de ojos, para el contorno de labios… Estoy hablando de adolescentes de trece o catorce años, pero también de niños y niñas de mucha menos edad.
Es preocupante, y también porque no son ellos los que compran los productos. Eso significa que sus padres se gastan mucho dinero en esto.
Raúl de Lucas en el Hospital Universitario La Paz, en Madrid. / FECYT
Entiendo que estos productos normalmente están dirigidos a personas adultas. ¿Hay algún posible efecto perjudicial si los usan adolescentes y niños?
Desde luego. Primero, hay un daño por la mezcla de productos. Muchas veces se utilizan varios artículos que, combinados, provocan irritación. Y usar tantas sustancias también aumenta las posibilidades de sensibilización alérgica a determinados componentes.
Además, en las consultas los dermatólogos vemos que cuando los pacientes tienen enfermedades cutáneas preexistentes, muchas veces se agravan si se aplican estos productos. Por ejemplo, ocurre si un niño con piel atópica se pone retinol. También observamos aparición de acné precoz por un exceso de limpieza de la cara. Todos estos efectos aumentan cuanto más prematuramente se utilicen los artículos de skincare.
Aunque no lo parezca, la piel es una barrera vulnerable. Cuanto más pequeño es el paciente, mayor es la posibilidad de absorción de los productos químicos
Entonces, ¿cuál sería la manera recomendada de que niños, niñas y adolescentes cuiden la piel?
Si no hay ninguna patología, lo recomendable es, simplemente, una higiene adecuada y fotoprotección.
¿Qué se puede hacer para abordar este auge de uso de productos en niños y adolescentes?
Es un problema que va más allá de nuestra consulta. Tenemos que ponerlo sobre la mesa y hablar de ello por varias vías. Por supuesto, también va más allá de los padres, pero ellos son responsables de qué les compran a los niños.
Aunque no lo parezca, la piel es una barrera vulnerable. Cuanto más pequeño es el paciente, mayor es la posibilidad de absorción de los productos químicos. Es necesario informarse y ser responsable con lo que aplicamos en la piel de nuestros hijos.