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Por primera vez una investigadora española ha recibido el Gran Premio Internacional de Invenciones de Ginebra (Suiza) por desarrollar un dispositivo para identificar a las personas por su cornea. Es la doctora Celia Sánchez-Ramos (Zaragoza, 1959), profesora de Óptica Fisiológica y Percepción Visual de la Universidad Complutense de Madrid. SINC ha contactado con ella después de la entrega del galardón.
¿Cómo ha recibido este prestigioso premio?
Todavía no termino de digerir este premio. Para mí es todo un honor. Se trata de un galardón que nunca se había otorgado a una española. Esto me honra, pero también me llena de responsabilidad, aunque estoy segura de que con esfuerzo y perseverancia, sabré responder a las expectativas creadas.
¿En qué consiste el invento para identificar a las personas por su córnea?
Es un dispositivo que estudia la córnea buscando las minucias o puntos de identificación de las personas. Se nos ocurrió trabajar con la córnea porque tiene una parte exterior, pero también una parte interna de la que podíamos hacer topografía. En otras palabras, es un sistema de autenticación de personas que identifica los puntos diferenciales de los ojos de los individuos. Para ello fotografía la córnea de la persona cuya identidad se quiere comprobar. A continuación, se comparan un millar de puntos distintos con otra imagen, que debe registrarse primero, y se logra una autenticación de la identidad de las personas con la más alta fiabilidad.
¿Qué es más fiable para identificar a una persona: la córnea, la retina, el iris o la huella dactilar?
Hace ya seis años comenzamos esta investigación estudiando la retina desde el punto de vista biométrico. Para llegar a la retina tenemos que introducir la luz a través de la pupila. Ésta se contrae con facilidad y dificulta el registro de los datos de la retina para su autenticación. Por otro lado, la córnea tiene una parte externa y otra interna que no puede ser suplantada. Sin duda, la córnea es la parte del cuerpo más fiable para autenticar la identidad de los individuos. Además es una técnica inocua y no invasiva.
Si se produce un desprendimiento de córnea o una cirugía ocular, ¿la técnica sigue siendo efectiva?
Es incluso más efectiva, porque la cirugía ocular deja marcas en la córnea que nos proporcionan datos para la identificación del individuo. Eso sí, sería necesario sustituir la imagen del banco de datos por una nueva tras la operación.
¿Se comercializa ya el invento? ¿Dónde se podrá aplicar?
Todavía no se comercializa, pero esperamos que muy pronto se licencie para utilizarlo en el día a día. El diseño inicial del sistema de autenticación, patentado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), fue creado para espacios de alta seguridad como acceso a áreas restringidas, a armamento, a instrumentos de precisión e incluso a información confidencial. Estudios posteriores han permitido ampliar su aplicación a otros dispositivos de uso más habitual como el control de acceso a oficinas, bancos u hoteles, ya que se podrá aplicar en ordenadores, móviles, cajeros electrónicos y otros dispositivos.
En 2009 la Organización Mundial de Propiedad Intelectual de la ONU la nombró ‘Mejor Inventora del Mundo’ por el ‘Método Alta Eficacia’ ¿qué aporta este invento?
Es un método de ‘protección global’ que transforma el ambiente fototóxico que nos rodea en un espacio de ‘salud visual’ con soluciones económicas y de sencilla aplicación. Consiste en la implantación de un filtro en las lentes oftálmicas y lentes de contacto que filtra la luz violeta poniendo freno a enfermedades como las cataratas o la DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad), la primera causa de ceguera en el mundo. El método está avalado por cinco años de investigación y tiene nueve patentes internacionales.
También ha desarrollado un protector facial para los soldadores…
Es una aplicación del Método Alta Eficacia en los protectores faciales de los soldadores, que son un grupo de mucho mayor riesgo, ya que estos profesionales deben realizar su trabajo exponiendo la zona más perfecta de la retina a una potente fuente de luz, por lo que sufren un riesgo de daño ocular 300 veces superior a otros trabajadores.
¿Qué es lo que más le motiva para desarrollar su trabajo?
Las ganas de aprender, descubrir y experimentar. Pero sobre todo, la posibilidad de desarrollar descubrimientos que mejoren la vida cotidiana de las personas. Desde pequeña siempre me han preocupado las dificultades de las personas con problemas de visión. Trabajo para idear métodos y aplicaciones que preserven o mejoren la visión.
Además de profesora, es investigadora del Grupo de Neuro-computación y Neuro-robótica de la UCM. ¿Compatibiliza bien sus tareas docentes e investigadoras?
No podría dejar ninguna de las dos facetas. Disfruto tanto divulgando que echaría terriblemente de menos las clases. Además, muchas ideas surgen de ese diálogo continuo con los alumnos, que te obligan a replantearte lo que parece obvio y de ahí arrancan estudios e investigaciones que, muchas veces, nos llevan a inventos como el sistema de reconocimiento por córnea o las lentes Método Alta Eficacia.
¿Algún consejo para las nuevas generaciones de inventores?
Lo primero, sin duda, se trata de tener las calificaciones más altas posibles y la mejor formación. También creo que sería bueno elegir un área muy concreta de investigación y, sobre todo, contar con un buen equipo con el que colaborar y compartir los momentos duros. Me siento muy afortunada al contar con el personal del Grupo de Neuro-computación y Neuro-robótica, sin los que no hubiera sido posible dar respuesta a los objetivos propuestos.