Así afecta la crisis climática al comportamiento de los incendios en España

La velocidad de propagación de los fuegos forestales en zonas de la Península aumenta debido a los efectos del cambio climático. El incremento de las temperaturas, la reducción de la humedad relativa, además de otros factores como el crecimiento de la vegetación, elevan el riesgo de que estos fenómenos sean más virulentos durante el verano en regiones del noroeste como Galicia, León y Portugal.

Fotografía de un helicóptero de extinción de incendios forestales
El 92 % de los grandes incendios serán más virulentos y veloces en el futuro. / Pixabay

Durante los últimos meses del verano, la crisis climática acentúa su presencia en la península ibérica con incendios violentos y una propagación cada vez más veloz. Esto se debe a factores ambientales como las altas temperaturas o la falta de lluvias; y otros en los que influye también el crecimiento de la vegetación.

Un estudio publicado este año en la revista Nature señala que más de la mitad de los grandes fuegos –superiores a 500 hectáreas– ocurridos en España, se han propagado entre un 2 % y un 8 % más rápido en los últimos veinte años. 

Al final de la época estival –entre agosto y septiembre– las temperaturas suben por encima de los 30º y la escasez de lluvias reduce la humedad de la vegetación

Según expresa a SINC el primer autor de esta investigación y actual climatólogo en Mitiga, Martín Senande, estos efectos son más frecuentes en zonas del noroeste como, Galicia, León y parte de Portugal. “Los incendios necesitan varias cosas: mucho combustible en forma de vegetación y condiciones que sean secas y cálidas”, puntualiza.

El cambio climático es especialmente agresivo en estas regiones. Al final de la época estival –entre agosto y septiembre– las temperaturas suben por encima de los 30 ºC y la escasez de lluvias reduce la humedad de la vegetación, lo que produce fuegos forestales de propagación rápida e intensa.        

Una vegetación más abundante

Asimismo, el aumento de las temperaturas y la presencia de una mayor concentración de CO₂ en la atmósfera también promueven el crecimiento de plantas.

Aunque esto parezca saludable, en determinados momentos de sequía y de mucho calor estas especies vegetales pueden convertirse en combustible para los fuegos forestales e incrementar un 20,7 % la tasa de propagación.

El crecimiento  de especies vegetales por la crisis climática incrementa un 20,7 % la tasa de propagación de los incendios

“Lo que hemos visto hasta ahora es que la crisis climática tiene un mayor impacto sobre la vegetación cuando se une a factores como las olas de calor”, contesta a SINC el líder del estudio y científico en la Universidad de Santiago de Compostela, Gonzalo Miguez. “Esto presenta las condiciones ideales para que crezcan los incendios”, sugiere.  

Senande también comenta que la presencia de vegetación viva –como la hierba o los arbustos– tiene una influencia mayor en la expansión de los incendios, a diferencia de la que está muerta. Esto se debe a que “en los meses de verano, los valores de déficit de humedad provocan que las plantas sean muy sensibles a pequeños cambios”, sostiene.  

Políticas de prevención

Por otra parte, los cambios en los usos de la tierra también son variables para tener en cuenta. El abandono del campo en zonas del noroeste o las plantaciones de árboles como el eucalipto–no autóctono de Galicia– en grandes superficies obliga a endurecer las políticas de prevención. 

No obstante, “es muy complicado llevarlas a cabo”, contesta Miguez. “Actualmente es imposible desbrozar esa cantidad de terreno, además de que no es bueno ecológicamente hablando”, advierte el científico.

El abandono del campo en zonas del noroeste o las plantaciones de árboles como el eucalipto en grandes superficies obliga a endurecer las políticas de prevención

Entre las medidas que propone para mitigar el avance de los incendios son la conservación de especies vegetales autóctonas, el desbroce en zonas cercanas a comunidades humanas y sobre todo el concienciamiento de la población agrícola.  

“La mayoría de los incendios se producen por imprudencias y accidentes”, defiende el experto. Por eso es importante reducir los riesgos y concienciar a la gente del campo que ha usado el fuego durante siglos para sus labores. “Hoy en día no se puede seguir utilizando así, sobre todo en verano, cuando las condiciones son favorables para la propagación de los incendios”, argumenta. 

Más calor y menos plantas a largo plazo

En el futuro, estos investigadores, que han contado con el apoyo de la Agencia Estatal de Investigación, auguran que el 92 % de los grandes incendios serán más virulentos y veloces a la hora de extenderse por la Península.

“Por las proyecciones que hemos visto, la vegetación no va a cambiar mucho”, cuenta Senande. No obstante, “el calentamiento del planeta y las condiciones de sequedad se endurecerán si no hacemos algo”, añade.

Para finales de siglo, los expertos auguran que el 92 % de los grandes incendios serán más virulentos y veloces

En este sentido, la velocidad de propagación media crecerá en un 12,7 % por el calor y un 9,9 % por el crecimiento de la vegetación. Además, también aumentarán la energía liberada durante los incendios en un 11,7 % y la longitud de las llamas para finales de siglo. 

Según el primer autor, será muy complicado erradicar el fuego de nuestro paisaje, aunque hay opciones de evitar la extensión de eventos extremos. Para ello, además de concienciar, “habría que abandonar los combustibles fósiles a nivel global a medio y largo plazo”, concluye el investigador

Referencia: 

Senande. M. et al. Climate change aggravated wildfire behaviour in the Iberian Peninsula in recent years. Nature. 2025

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.
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