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Un tratamiento experimental ha conseguido optimizar la agudeza visual y la calidad de vida en pacientes con amaurosis congénita de Leber, que causa una severa pérdida visual tras el nacimiento. Por primera vez, la tecnología CRISPR se ha usado para la edición de genes en vivo, es decir, dentro del cuerpo humano.
Un ensayo clínico con una terapia basada en la técnica de edición genética CRISPR ha mejorado la visión de 11 de 14 participantes afectados por un tipo de ceguera hereditaria, la amaurosis congénita de Leber, que causa una severa pérdida visual tras el nacimiento.
Las conclusiones del ensayo Brilliance, que en este momento está entre las fases 1 y 2 de prueba, aparecen recogidas en The New England Journal of Medicine y ponen de manifiesto que el tratamiento es “seguro y condujo a progresos demostrados en los pacientes tratados”, subrayan los autores.
Los 14 participantes en el ensayo, entre ellos 12 adultos (de entre 17 y 63 años) y dos niños (de 10 y 14 años), nacieron con esta enfermedad rara, para la que no existe tratamiento, causada por la mutación del gen CEP290. Unos 2 o 3 recién nacidos de cada 100.000 sufren esta mutación en el gen que da las instrucciones para crear una proteína fundamental para la vista.
“Es como si una avería pequeña provocará el fallo de un motor”, explica Eric Pierce, uno de los autores que trabaja en la Universidad de Harvard y el Hospital Mass General Brigham de Boston, ambos en EE UU.
El tratamiento experimental se diseñó específicamente para editar esa mutación en el gen CEP290 y fue suministrado mediante una única inyección en el ojo del medicamento de edición del genoma EDIT-101 gracias a un procedimiento quirúrgico especializado.
Una vez administrado el medicamento, los investigadores midieron su efectividad teniendo en cuenta cuatro parámetros: agudeza visual, prueba de campo completo adaptada a la oscuridad, visión a distancia corregida y calidad de vida relacionada con la vista.
El resultado fue que 11 de los 14 participantes (un 79 %) mejoraron en al menos una de estas características; mientras que 6 pacientes (un 43 %), lo hicieron en dos o más. También 6 reportaron una mejora de la calidad de vida relacionada con la visión y 4 (un 29 %) presentaron una mejoría clínicamente significativa de la agudeza visual, que se manifiesta, por ejemplo, en la capacidad de identificar objetos o letras en una tabla.
“Escuchar a varios participantes lo emocionados que estaban porque por fin podían ver la comida en sus platos fue muy gratificante, porque se trataba de personas que antes de recibir el tratamiento eran incapaces de leer", señala Pierce en un comunicado.
“Uno de los participantes en nuestro ensayo ha compartido varios ejemplos de cómo ha mejorado su calidad de vida gracias a recuperar visión, como haber podido encontrar su móvil tras haberlo extraviado o saber que su cafetera funciona al ver sus pequeñas luces”, apunta otro de los autores, Mark Pennesi, oftalmólogo y científico de la Universidad Estatal de Oregón (EE UU).
Escuchar a varios participantes lo emocionados que estaban porque por fin podían ver la comida en sus platos fue muy gratificante, porque se trataba de personas que antes de recibir el tratamiento eran incapaces de leer
Ninguno de los pacientes experimentó ningún efecto adverso grave relacionado con el tratamiento, ni toxicidades limitantes de la dosis y, según informan los investigadores, todas las consecuencias secundarias leves que reportaron han sido ya resueltas.
Se trata de la primera vez que la tecnología CRISPR se usa para la edición de genes en vivo, es decir, dentro del cuerpo humano. Esta herramienta de edición genética guía a una proteína (Cas9) para modificar el material genético (cortar, pegar, etc) en cualquier célula.
“Este trabajo demuestra que la edición genética CRISPR tiene un potencial muy prometedor para tratar la degeneración hereditaria de la retina”, señala Pennesi.
Este trabajo demuestra que la edición genética CRISPR tiene un potencial muy prometedor para tratar la degeneración hereditaria de la retina
El ensayo clínico se llevó a cabo entre comienzos de 2020 y febrero de 2023 y ha sido financiado por Editas Medicine, una empresa de biotecnología que desarrolla terapias para enfermedades raras basadas en CRISPR.
En este momento los investigadores exploran la posibilidad de trabajar con otros socios comerciales para realizar ensayos adicionales que permitan afinar aspectos como la dosis ideal del medicamento a suministrar, o estudiar si el efecto del tratamiento es más pronunciado en determinados grupos de edad.
Referencia:
Eric A. Pierce et al.: ‘Gene Editing for CEP290-Associated Retinal Degeneration’. New England Journal of Medicine (2024)t.