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La información que percibimos del movimiento viaja desde el oído interno hasta unas zonas del cerebro llamadas núcleos vestibulares, que tienen un papel importante en el mareo. Ahora, investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Washington (EE UU) han desvelado en ratones qué neuronas específicas transmiten las señales que provocan este malestar.
El grupo de investigación, coordinado desde el Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona (INc-UAB), ha analizado las células de los núcleos vestibulares de unos ratones sometidos a giros cortos y repetidos, demostrando la importancia de las neuronas que expresan la proteína VGLUT2 en el mareo. Según los autores, estas neuronas son necesarias para los efectos de mareo inducidos por la rotación, como son la disminución del apetito, la temperatura corporal más baja, la reducción del movimiento y la evitación condicionada del gusto (aversión a un gusto introducido cuando se les hace girar).
Los investigadores han constatado que el bloqueo de estas neuronas por quimiogenética (moléculas especialmente diseñadas para interaccionar con estas células concretas) impide el mareo en los ratones sometidos a la rotación. Y que, en cambio, su activación mediante un haz de luz (optogenética) en ratones quietos reproduce los mismos síntomas de mareo que cuando se les somete a la rotación.
Concretamente, han identificado un subgrupo de neuronas VGLUT2 que expresan el gen de la colecistoquinina (neuronas-CCK) como responsables de los efectos del mareo, y han visto que envían señales a una zona del cerebro llamada núcleo parabraquial, encargada de generar sensaciones desagradables.
Los ratones a los que administramos un fármaco bloqueador del receptor CCK-A presentan una menor activación del núcleo parabraquial y tienen menos síntomas de mareo
"Los ratones a los que administramos un fármaco bloqueador del receptor CCK-A presentan una menor activación del núcleo parabraquial y tienen menos síntomas de mareo", explica Elisenda Sanz, investigadora del INc-UAB y autora del estudio.
"Los fármacos comunes contra el mareo se dirigen al sistema histaminérgico, por lo que provocan somnolencia. Los fármacos bloqueadores del receptor CCK-A, que ya están aprobados por las asociaciones de los medicamentos norteamericana y europea (FDA y EMA) como tratamiento para problemas gástricos, son seguros y no tienen ese efecto indeseado, por lo que serían una excelente opción para tratar el mareo” concluye Albert Quintana, investigador del INc-UAB y coordinador del estudio.
En futuros estudios, los investigadores quieren definir la contribución de estas neuronas a otras situaciones que pueden causar mareo para avanzar en la aprobación de medicamentos que bloquean el receptor CCK-A como nueva terapia contra este malestar.
Referencia:
Elisenda Sanz et al. "Vestibular CCK signaling drives motion sickness–like behavior in mice". PNAS.