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El estudio se ha publicado en ‘Quaternary Science Reviews’

Un foco de biodiversidad permitió a los neandertales sobrevivir hasta hace 24.000 años en el sureste de España

Cuando la mayor parte del continente europeo estaba recubierto de hielo y nieve durante la última fase glaciar del Pleistoceno (hace más de 14.000 años), los neandertales del sur de la península ibérica en la región de Gibraltar sobrevivían gracias a un refugio de biodiversidad vegetal y animal. Los restos fósiles de plantas encontrados en la Cueva de Gorham confirman ahora la diversidad única y la gran cantidad de recursos de esta zona del planeta.

Reconstrucciones de los paisajes de Gibraltar hace unos 30.000 años. Fotos: Museo de Gibraltar.

El equipo internacional coliderado por investigadores españoles ha reconstruido el paisaje cercano a la Cueva de Gorham, en Gibraltar, a través de datos paleobotánicos (registro fósil de plantas) localizados en el yacimiento entre 1997 y 2004. El estudio, que se publica en la revista Quaternary Science Reviews, también revisa los hallazgos previos sobre refugios glaciares de árboles en la Península Ibérica.

“El paisaje reconstruido muestra una amplia diversidad de formaciones vegetales en el extremo sur de Iberia desde 32.000 hasta 10.000 años antes del presente”, explica a SINC José S. Carrión, autor principal e investigador de la Universidad de Murcia. Entre los paisajes esteparios, y la presencia de pinos, encinas y robles, entre otros, y árboles caducifolios, el hallazgo más importante es la presencia de “elementos vegetales indicadores de ambiente cálido”, añade Carrión.

Esta investigación demuestra que la diversidad vegetal encontrada en la cueva es “única” en el contexto de la era glaciar que afectaba a todo el continente europeo. El área de Gibraltar y sierras adyacentes constituyeron un “importante refugio de biodiversidad vegetal y animal durante las fases más frías del Pleistoceno” y permitieron a los neandertales sobrevivir 10.000 años más que en el resto de Europa.

Los investigadores sugieren que las cuevas situadas entre las costas de Málaga y Gibraltar “representan un territorio favorable para la supervivencia de una gran diversidad de entornos”. El análisis de los refugios en la Península demuestra que hubo muchos otros sitios donde los árboles se refugiaron, “pero en ningún caso con la diversidad de especies del sur, suroeste y sureste”, subraya Carrión.

Buscando la comodidad

En Gibraltar, los neandertales podrían haber tenido acceso a más de 140 cuevas, lo que les proporcionó gran cantidad de recursos. La investigación menciona un corredor a lo largo de las costas del sureste de España que los neandertales pudieron haber utilizado para evitar terrenos abruptos de las cordilleras interiores que presentaban condiciones climáticas inhóspitas durante este periodo del Cuaternario.

La existencia de este núcleo (hotspot) de biodiversidad con disponibilidad de alimentos vegetales y animales “explicaría la extraordinaria perduración de los neandertales en el suroeste de Europa”, recalca el investigador. Los neandertales en el sur de Europa, por otra parte, se habían adaptado a entornos con vegetación semiforestal, a lo que se añadían los recursos pesqueros en el litoral que favorecieron su supervivencia.

Los habitantes de la Cueva de Gorham eran omnívoros y consumían mamíferos terrestres (cabras montesas, conejos, codornices, patos, palomas…) y marinos (focas monje, delfines, peces y mejillones). También comían plantas y frutos secos como los encontrados en la cueva que datan de hace 40.000 años. Se adaptaban fácilmente a su entorno y aprovechaban lo que éste podía proporcionar.

Los datos paleobotánicos recogidos por los investigadores del Museo de Gibraltar, del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), del Laboratorio de Arqueobotánica (CSIC), de la Universidad de Gales (Reino Unido), de la Universidad de York (Reino Unido), del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) y de la Universidad de Murcia, se obtuvieron por el estudio de carbones y de granos de polen fosilizados en el sedimento de relleno de la cueva y en coprolitos (excrementos fósiles) de hienas y cánidos (lobos, chacales, zorros, etc.).

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Más información:

Imágenes en alta resolución: 1 y 2.

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Referencia bibliográfica:

Carrión, J. S.; Finlayson, C.; Fernández, S.; Finlayson, G.; Allue, E.; López-Sáez, J. A.; López-García, P.; Gil-Romera, G.; Bailey, G.; González-Samperiz, P. “A coastal reservoir of biodiversity for Upper Pleistocene human populations: palaeoecological investigations in Gorham's Cave (Gibraltar) in the context of the Iberian Peninsula” Quaternary Science Reviews 27(23-24) Special Issue: 2118-2135 noviembre de 2008.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

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