Tratamientos, respaldo social e IA mejoran la calidad de vida de personas con VIH

Un acompañamiento cercano y adaptado a cada persona resulta clave para el bienestar de estos pacientes. Más allá de atender su salud física, este seguimiento protege la salud mental y refuerza la autonomía de quienes conviven con un diagnóstico avanzado de la enfermedad.

Lazos rojos anudados en una barandilla como conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida
Factores psicológicos y sociales, como la red de apoyo y la estabilidad emocional, influyen significativamente en el bienestar percibido. / Cinta Arribas

La situación de las personas que viven con el VIH (PVVIH) ha mejorado notablemente en los últimos años gracias a tratamientos más efectivos y a un enfoque integral que aborda tanto la salud física como el bienestar emocional y social. Estos avances han permitido que muchas personas superen diagnósticos avanzados y recuperen calidad de vida, incluso tras etapas críticas de la enfermedad.

“En los hospitales trabajamos en equipos multidisciplinares (médico, enfermero, psicólogo, trabajador social), lo que nos permite tratar no solo la infección, sino todos los problemas que estas personas, en muchos casos pertenecientes a grupos de población vulnerables, tienen que enfrentar en su día a día”, dice a SINC Carmela Piñeiro, médica española en el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital São João en Oporto (Portugal).

En los hospitales trabajamos en equipos multidisciplinares lo que nos permite tratar no solo la infección, sino todos los problemas que estas personas tienen que enfrentar en su día a día

Carmela Piñeiro, Hospital São João en Oporto

A partir de la experiencia en los hospitales, un equipo de investigadores quiso entender cómo estas intervenciones se traducen en la vida diaria de los PVVIH. Para ello, analizaron a quienes llegaron a los servicios de salud con la enfermedad avanzada o con un sistema inmunitario muy debilitado. El estudio, publicado en la revista AIDS Behav, ofrece una mirada profunda a los desafíos que enfrentan y a las mejoras que pueden alcanzar con el tiempo.

Dentro de la cohorte CoRIS, los investigadores estudiaron a las personas que lograron superar al menos cinco años tras un diagnóstico avanzado, un grupo que en el pasado enfrentaba pronósticos mucho más desfavorables.

Recibir el diagnóstico de VIH junto con un sistema inmunitario debilitado puede generar miedo, ansiedad e incertidumbre, lo que afecta significativamente el bienestar psicológico

Irene Portilla Tamarit, Universidad de Alicante

“Recibir el diagnóstico de VIH junto con un sistema inmunitario debilitado puede generar miedo, ansiedad e incertidumbre, lo que afecta significativamente el bienestar psicológico”, explica a SINC Irene Portilla Tamarit, investigadora principal del estudio y profesora en el departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante.

Para evaluar la calidad de vida relacionada con la salud (CVS), los investigadores utilizaron cuestionarios que miden dimensiones físicas, psicológicas, sociales y espirituales. Los resultados muestran que muchos pacientes logran recuperar niveles de bienestar con el tiempo, especialmente si su sistema inmunitario se recupera tras el tratamiento antirretroviral.

Lazos rojos anudados en una barandilla como conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida. EFE / Javier Lizón

Lazos rojos anudados en una barandilla como conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida. EFE / Javier Lizón

Recuperar calidad de vida tras un inicio crítico

Aunque llegar tarde a la atención médica con un sistema inmunitario muy deteriorado conlleva importantes riesgos, la combinación de tratamientos antirretrovirales eficaces y un apoyo integral permite que muchas personas alcancen buena calidad de vida. “Esto marca un avance clave en la comprensión de la supervivencia a largo plazo en casos de VIH avanzado”, asevera Portilla Tamarit.

La calidad de vida no siempre alcanza los niveles de la población general y los eventos de salud no relacionados con el sida pueden afectar a su bienestar

“Las células CD8 actúan como ‘soldados’ que atacan directamente a virus e infecciones. La interacción equilibrada entre CD4, glóbulos blancos fundamentales para coordinar la respuesta frente a infecciones, y CD8 es esencial para mantener un sistema inmunitario fuerte y se relaciona directamente con mejores puntuaciones en calidad de vida”, añade.

Aun así, la calidad de vida no siempre alcanza los niveles de la población general, y los eventos de salud no relacionados con el sida —como enfermedades cardiovasculares o hepáticas— pueden afectar a su bienestar.

Resiliencia y apoyo social

Estos factores son parte de la evaluación integral que la psiquiatría moderna considera para promover la resiliencia y prevenir complicaciones psicológicas en personas con enfermedades crónicas. Según este trabajo, los PVVIH con mayores recursos sociales o habilidades de afrontar los problemas reportan mejores resultados, independientemente de su recuperación inmunitaria.

El estudio reveló otros resultados llamativos en la dimensión espiritual. “Las personas con un cociente CD4/CD8 más alto al inicio presentaron puntuaciones más bajas en espiritualidad años después. Probablemente no enfrentaron tantas dificultades y, por tanto, no desarrollaron estrategias para poder afrontarlo”, dice Portilla Tamarit.

Nuestra intención es realizar nuevas evaluaciones de calidad de vida cinco años después de estos resultados 

Irene Portilla Tamarit

Respecto a la continuidad de las investigaciones, la científica aclara: “Nuestra intención es realizar nuevas evaluaciones de calidad de vida cinco años después de estos resultados y seguir implementando estudios en personas con VIH, especialmente en la cohorte CoRIS, para mejorar activamente su bienestar”.

Para los autores, detectar problemas de salud mental de manera temprana —como ansiedad, depresión o efectos secundarios psicológicos asociados al tratamiento— es fundamental. Además, consideran importante fomentar la participación en grupos de apoyo y actividades sociales, ofrecer educación sanitaria integral y desarrollar programas específicos de seguimiento para los más vulnerables.

Piñeiro recalca en este sentido la importancia de que todos los profesionales que tratan a estas personas tengan sensibilidad para abordar en cada contacto problemas de salud mental y estigma, que aun existe asociado a esta infección.

Muchas personas refieren que, a pesar de sentirse bien con el tratamiento, el momento de tomar este comprimido es un recordatorio constante de que tienen la infección

Carmela Piñeiro

"Cuando se les pregunta directamente en la consulta, muchas personas refieren que, a pesar de sentirse bien con el tratamiento (habitualmente 1 comprimido por día), el momento de tomar este comprimido es un recordatorio constante de que tienen esta infección. Actualmente, contamos con medicación de larga duración, por lo que la mayoría puede optar por sustituir la medicación oral por dos inyecciones intramusculares cada dos meses. Esto ayuda a minimizar el impacto de la toma diaria de medicación", ejemplifica la médica. 

“Es clave luchar contra el estigma asociado al VIH y garantizar una atención multidisciplinaria, coordinada por médicos, enfermeras, trabajadores sociales y psicólogos”, subraya Portilla Tamarit.

Es clave luchar contra el estigma asociado al VIH y garantizar una atención multidisciplinaria. / Adobe Stock

Es clave luchar contra el estigma asociado al VIH y garantizar una atención multidisciplinaria. / Adobe Stock

La IA se une al seguimiento del VIH

Otro trabajo centrado en mejorar el bienestar de quienes viven con VIH ha desarrollado un modelo de inteligencia artificial capaz de predecir cómo los pacientes valoran su calidad de vida y su experiencia con el tratamiento. Esta herramienta abre la puerta a una atención más personalizada, adaptada a las necesidades de cada persona.

“Seleccionamos cuestionarios que son algunas de las ‘medidas de resultado informadas por los pacientes’ (PROMs, por sus siglas en inglés) más utilizados en el seguimiento de personas que viven con VIH y permiten obtener una visión integral de la CVS en esta población. Cubren dimensiones relevantes como síntomas, bienestar emocional, adherencia y estigma, por lo que aportan un marco integral para el entrenamiento del modelo”, declara a SINC Salvador Herrera Pérez, autor principal del estudio y profesor en el departamento de Psicología de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).

Aunque no es perfecto, el sistema ofrece información muy útil para identificar necesidades individuales

Salvador Herrera Pérez, Universidad Internacional de Valencia

Los investigadores analizaron datos de más de 1 200 personas que utilizan el sistema de telemedicina NAVETA. Recogieron cuestionarios sobre su estado físico y emocional, así como sobre su experiencia con la atención médica. Con esta información, aplicaron un modelo de aprendizaje automático para crear un prototipo, bautizado como ALGOPROMIA, capaz de anticipar cómo responderían los pacientes a estas encuestas.

Los resultados mostraron que el modelo podía predecir con gran precisión algunos cuestionarios específicos. En medidas de calidad de vida general y de bienestar emocional, la exactitud superó el 95 %.

En otras evaluaciones de satisfacción con el tratamiento, la precisión fue más moderada, alrededor del 70 % al 75 %. “Aunque no es perfecto, el sistema ofrece información muy útil para identificar necesidades individuales”, comenta el investigador.

Predecir la salud física y mental

Los autores de este estudio destacan que esta tecnología permite a los profesionales de la salud anticipar problemas y ajustar la atención de manera personalizada, incluso sin que el paciente complete cada cuestionario en persona. Además, su integración en plataformas de telemedicina como NAVETA facilita su uso a gran escala, al apoyar decisiones centradas bienestar físico y psicológico de cada paciente.

“ALGOPROMIA es una herramienta complementaria en el proceso clínico, no un sustituto del juicio profesional. Su función es aportar información adicional basada en patrones detectados en PROMs, para anticipar situaciones como dolor o malestar emocional. La confianza en este recurso debe basarse en su utilidad clínica, transparencia y en la evidencia de que mejora la toma de decisiones junto con la valoración profesional”, advierte Herrera Pérez.

ALGOPROMIA es una herramienta complementaria en el proceso clínico, no un sustituto del juicio profesional

Salvador Herrera Pérez

De esta forma, este nuevo sistema puede ayudar a equipos clínicos y psiquiátricos a intervenir antes de que surjan complicaciones graves. El próximo paso, según el investigador, es ampliar el uso práctico de esta tecnología y ya están en fase de revisión de un segundo artículo.

“Además de predecir puntuaciones de PROMs, analizamos qué variables sociodemográficas y clínicas tienen mayor peso en cada dominio de HRQoL. Este índice mide cómo la salud física, mental y social de una persona afecta a su bienestar y funcionamiento diario”.

También han desarrollado algoritmos adicionales capaces de clasificar pacientes según cuestiones relevantes para la práctica clínica, como la probabilidad de adherencia a un tratamiento específico. Esto permitiría, por ejemplo, que los servicios de farmacia hospitalaria identifiquen con antelación a los pacientes que pueden necesitar una intervención más intensiva.

En definitiva, la integración de cuidados personalizados, redes de apoyo y tecnología avanzada abre un camino hacia un bienestar más pleno y autónomo para las personas que viven con VIH.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados