Centros de investigación de Israel, Turquía, Corea y España, como la Universidad de Valladolid, pretenden diseñar un sistema de videovigilancia en las grandes áreas metropolitanas mediante redes masivas de sensores. Las redes ayudarán a detectar las incidencias de la ciudad y se operarán de forma inteligente, es decir, sin necesidad de la monitorización constante de un operador humano.
Investigadores de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han desarrollado un modelo de navegación y anticolisión aérea automáticas que permite a un avión, en un entorno simulado, navegar, evitar colisiones y priorizar aterrizajes múltiples sin intervención humana. El modelo está basado en el sistema de aprendizaje de los seres vivos en movimiento.
El 15 de marzo de 1985 se realizó el primer registro punto com.
Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han desarrollado una aplicación informática que permite recuperar imágenes georeferenciadas subidas a Internet en las redes sociales, ubicarlas en mapas y organizarlas como un cómic para crear una perspectiva visual de una historia concreta, como una situación de crisis o una emergencia.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Sevilla (US) ha desarrollado un pequeño y discreto detector de caídas para personas mayores. El sistema, que se compone de un sensor y un teléfono móvil inteligente (smartphone), no genera falsas alarmas y se puede autorreparar en caso de bloqueo.
Investigadores de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han desarrollado un modelo de trabajo que aplica de forma eficiente la gestión del conocimiento a la ingeniería de software. El modelo promueve el aprendizaje continuo en este ámbito y ayuda a reutilizar las buenas prácticas en el futuro.
Ua iniciativa de la Universidad de Salamanca quiere mejorar la seguridad en la identificación electrónica de los usuarios de internet, así como la autentificación de la información que envían. El objetivo del proyeto es contribuir a que las comunicaciones sean más seguras. Para ello, los investigadores trabajan en la modificación de los protocolos y los algoritmos de intercambio de información que se emplean en la actualidad y tratan de implementar otros nuevos.
Un total de 72 grupos de investigadores tendrán acceso a las diferentes infraestructuras de la Red Española de Supercomputación (RES) para desarrollar sus cálculos científicos durante los próximos 4 meses. Las horas disponibles, casi 30 millones, aumentan un 10% respecto a convocatorias anteriores gracias a la puesta en marcha del nuevo supercomputador MinoTauro del Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS).