Las pilas de metanol suponen una alternativa eficaz y sostenible a los combustibles fósiles, pero aún no resultan rentables económicamente. Sin embargo, el químico de la UPV/EHU José E. Barranco ha desarrollado en su tesis doctoral nuevos materiales que permiten fabricar pilas de metanol más baratas y eficientes.
El equipo internacional del proyecto Gyrokinetics, en el que participa el Centro para la Ciencia CSC de Finlandia, ha realizado nuevos avances en la simulación “giroquinética a la turbulencia del plasma”, un procedimiento necesario para entender ese proceso que previsiblemente mejorará el rendimiento de los dispositivos de fusión por confinamiento magnético. Este tipo de fusión posee potencial para cubrir gran parte de las necesidades de energía del mundo en el siglo XXI, de modo seguro y responsable con el medio ambiente.
Una alternativa más económica a las actuales células solares de silicio podrían ser las células “sensibilizadas mediante tintes”, que obtienen energía a partir de la luz solar de un modo parecido al que realizan, por ejemplo, las plantas y las bacterias fotosintéticas. Esta es la propuesta de la investigadora Annemarie Huijser, que recientemente ha recibido su doctorado en la Universidad de Tecnología de Delft (Holanda) gracias a esta innovación.
Investigadores de la Escuela de Ingeniería Agrícola de la Universidad de León han realizado un estudio en el que relacionaron la reducción de los niveles de humedad de la planta Cynara cardunculus, una variedad de cardo silvestre utilizado como biomasa, con su poder calorífico, la energía que se obtiene de su combustión. Los científicos han comprobado que reducir la humedad de la planta hasta dejarlos entre un 10 y un 14 por ciento incrementa el poder calorífico hasta un 5 por ciento, y además facilita su transporte.