Las ciudades copan el protagonismo en la Cumbre del Clima de Glasgow. En ellas se encuentran algunos de los problemas, pero también parte de la solución. En España, los municipios de más de 50.000 habitantes deberán implementar antes de 2023 su propia Zona de Bajas Emisiones como parte de los esfuerzos contra el cambio climático.
La covid-19 ha traído problemas que van más allá de la salud humana. Con la necesidad del uso de equipos de protección, test y embalajes de compras online, se ha producido un aumento de la demanda de plásticos de un solo uso, que ha intensificado la presión sobre un problema de residuos mundial ya descontrolado.
Durante este fin de semana, los ciudadanos han tomado las calles de todo el mundo para alzar su voz y participar en las distintas marchas que han tenido lugar tras la primera semana de la Cumbre de Clima de Glasgow. Su objetivo: que los líderes mundiales se tomen en serio la crisis climática y acuerden medidas ambiciosas para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC.
El hábitat natural de este mamífero, protagonista de #Cienciaalobestia, es el océano Ártico. Sin embargo, hace unos días ha sido localizado descansando encima de un submarino atracado en un puerto de los Países Bajos, en una estampa un tanto inusual.
El estudio más exhaustivo hecho hasta la fecha sobre medidas de adaptación al cambio climático desvela que estas son fragmentadas, locales y no transformadoras. Los expertos piden que se propongan acciones más integradoras, coordinadas y capaces de reducir el riesgo.
Las voces de la Cumbre del Clima. / Wearbear
Un análisis publicado en la revista Science muestra que con los compromisos actuales de los estados existe más de un tercio de probabilidades de evitar el aumento de la temperatura media global a 2 ºC. Pero los países deben seguir intensificando sus esfuerzos para que el objetivo se cumpla de verdad.
Las principales estrategias que se discuten estos días en la Cumbre del Clima de Glasgow, COP26, están dirigidas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Desde el Centro de Investigación e Innovación en Descarbonización Industrial en Reino Unido, su directora, Mercedes Maroto-Valer, propone soluciones tecnológicas e innovadoras para alcanzar la meta global de emisiones cero netas en 2050.
Muchas ciudades podrían calentarse hasta 4 °C para el año 2100 si las emisiones de gases de efecto invernadero se mantienen en niveles elevados. Naciones Unidas ha presentado durante la Cumbre del Clima de Glasgow un manual que incluye decenas de casos de metrópolis que han implementado medidas para promover una refrigeración urbana sostenible y equitativa con el objetivo de reducir las emisiones y aumentar la resiliencia climática de las zonas urbanas.
Hasta ahora, se había subestimado la capacidad de ingerir alimentos de estos colosos marinos y, por tanto, también se había infravalorado la cantidad de heces que expulsan, que son una importante fuente de nutrientes en los océanos. La recuperación de estos animales a los niveles anteriores a su caza industrial podría restaurar la función oceánica perdida y ayudar a frenar el cambio climático, según destaca un estudio de la Universidad de Stanford.