El oso cavernario que habitaba la península ibérica hasta hace 24.000 años volvía a la cueva donde nacía para hibernar y criar a sus cachorros. Este hábito jugó un papel importante en su extinción y explicaría, además, por qué hay un linaje genético exclusivo en cada una de las cavernas con restos de la especie.
¿Conoce una parcela vieja con viñas? ¿Ha observado cepas aisladas en un paseo por el campo? ¿Tiene una vid vieja en la fachada de su casa o viñas de más de 30 años en su jardín? Con estas preguntas el proyecto de investigación Valovitis, que lidera el Laboratorio de Análisis del Aroma y Enología de la Universidad de Zaragoza, busca la colaboración de los ciudadanos para identificar especies de viñedos en peligro de extinción en Aragón y en el sur de Francia.
Un guacamayo de Spix (Cyanopsitta spixii) ha sido avistado volando en libertad después de 16 años extinto en la naturaleza. El hallazgo se ha producido en la localidad de Curaça, en el estado de Bahía (Brasil), y ha sido grabado por una joven de 16 años con su móvil. Los expertos señalan que podría tratarse de uno de los ejemplares criados en cautividad.
El caballito del diablo considerado como el más primitivo del mundo vive en Australia y Tasmania, y se creyó extinto hace cuatro décadas. Pero está lejos de estarlo. Un investigador gallego ha observado a millares de estos insectos en uno de los pocos hábitats en los que se ha detectado y revela un comportamiento sexual único, que no está solo enfocado a la reproducción.
El jaguar sobrevive en poblaciones de tamaños muy variables, pero son las comunidades pequeñas y aisladas las que se encuentran más gravemente amenazadas. La Estación Biológica de Doñana ha liderado el estudio genético más extenso sobre esta especie para ayudar a su conservación.
Gracias a mapas de alta resolución y libre acceso de la plataforma Google Earth, captados vía satélite, un equipo de científicos ha analizado los cambios que se han producido entre 2002 y 2012 en una masa forestal que alberga a más de 11.000 especies. Los resultados demuestran que en lo que llevamos de siglo la deforestación ha puesto en riesgo la supervivencia de más de medio millar de especies de mamíferos, aves y anfibios.
Los restos hallados en una cueva indonesia hace más de una década revelaron la existencia de Homo floresiensis, una especie humana extinta que vivió en la isla de Flores hace 12.000 años. Sin embargo, nuevas excavaciones y la reevaluación de los depósitos demuestran ahora que en realidad el hombre apodado “hobbit” se extinguió hace unos 50.000 años, coincidiendo con la primera dispersión de los humanos modernos hacia el sudeste asiático y Australia.
Más de 300 años después de su extinción, un equipo internacional de científicos ha publicado el primer atlas tridimensional del esqueleto del ave no voladora llamada dodo (Raphus cucullatus), a partir de los dos únicos esqueletos enteros que existen de esta especie. A pesar de su presencia en la cultura popular, la anatomía de este pariente de las palomas actual era aún poco conocida.
Considerados torpes e incluso ‘bobos’, los dodos se extinguieron rápidamente tras la llegada de los europeos a la isla donde vivieron en el océano Índico hasta el siglo XVII. A pesar de que su reputación se extendió a la cultura popular, un nuevo estudio, que ha escaneado el cráneo de esta y otras aves, demuestra que en realidad eran más inteligentes de lo que se creía, y que desarrollaron más su olfato que su vista, contrariamente a la mayoría de los pájaros.
Cuando Charles Darwin visitó las islas Azores en el siglo XIX, observó aves que le eran familiares; pero si hubiera viajado 500 años antes se habría encontrado con una ornitofauna tan peculiar como la de las Galápagos. El reciente hallazgo en este archipiélago y en el de Madeira de cinco especies extintas de rascones, que pierden la capacidad de volar al evolucionar en las islas, confirma su fragilidad ante cambios como los que debieron producirse tras las primeras visitas humanas, hace más de 500 años.