Muchas de las especies descritas son exclusivas de las zonas polares, están activas y presentan una distribución restringida en el océano Ártico. Además, algunas muestran una gran versatilidad metabólica, lo que les permite responder mejor a los cambios ambientales.
El ADN de 136 esqueletos prehistóricos ha sacado a la luz las transformaciones genómicas y sociales que tuvieron lugar durante la transición de la Edad del Cobre a la Edad del Bronce en el suroeste de Europa.
El ancestro común de todos los tunicados, el grupo hermano de los vertebrados, era un organismo de vida sedentaria, y no uno de vida libre, como se pensaba hasta ahora. La pérdida masiva de genes que conllevó a la deconstrucción de la red génica del corazón permitió hace millones de años la adaptación hacia la vida libre, según revela un estudio de la Universidad de Barcelona.
Un grupo de investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto el mecanismo genético por el cual se forma este órgano, esencial para el éxito reproductivo de las plantas con flores. El hallazgo podría favorecer el proceso de fertilización en cultivos, paliando la creciente falta de polinizadores naturales.
Un estudio internacional con participación española ha realizado un análisis genómico del cáncer de pulmón en personas no fumadoras y ha descrito tres nuevos subtipos. Los resultados podrían fomentar el desarrollo de nuevos fármacos para una enfermedad con más de dos millones de diagnósticos cada año en el mundo.
Una molécula presente durante la fase embrionaria es la responsable de las variadas formas del pelaje estos animales. Según los autores, este proceso es común a felinos como tigres y guepardos, y podría darse también en otros mamíferos.
Sabemos que estas hortalizas dulces se domesticaron varias veces a lo largo de la historia de la humanidad, pero seguimos sin conocer su origen. Y este no es el único misterio. Investigadores de todo el mundo buscan la manera de lograr variedades de diferentes aromas y tamaños, que soporten condiciones de estrés ambiental.
Investigadores de la Universidad de Oxford han descubierto que, a pesar de que la edad aumenta el riesgo de enfermar, las probabilidades de padecer alteraciones genéticas se reduce a medida que envejecemos. Estos hallazgos podrían mejorar la capacidad de predecir quién desarrollará una dolencia en función de su genoma.
El genoma de las cinco especies de rinocerontes que aún viven en la actualidad y de tres extintas ha sido analizado y comparado para conocer el pasado de los ancestros de estos animales y su evolución. El equipo de científicos ha descubierto que su escasa diversidad genética actual era también común en los ejemplares antiguos.
La mayoría de los estudios genéticos sobre rasgos faciales se han limitado a personas de ascendencia europea o asiática. Ahora una investigación centrada en individuos del este de África arroja luz sobre nuevas regiones del genoma y genes potencialmente relacionados con la forma de la cara.