Durante las próximas décadas, el riesgo de incendios en verano aumentará en la Europa mediterránea. Así lo revela un estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Barcelona. Según los científicos, se espera que el efecto directo del cambio climático que regula la humedad del combustible (sequías que causan grandes incendios) predomine sobre el efecto indirecto del clima precedente (condiciones previas más cálidas o frías) que determina la cantidad y estructura del combustible.
Un estudio de la Universidad de Córdoba determina cuáles son las mejores especies para evitar que las llamas alcancen las viviendas en los incendios que afectan a urbanizaciones y zonas rurales en mitad de la montaña. Según el trabajo, la tuya y el aligustre son las plantas que cualquier persona debería emplear en los setos de sus viviendas si quiere mitigar los impactos de las llamas en sus viviendas.
Cada mes llegan a la superficie de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico miles de toneladas de hidrocarburos aromáticos policíclicos, contaminantes procedentes del uso de combustibles fósiles, de incendios y de vertidos de petróleo. Así se desprende de las mediciones y experimentos realizados durante la expedición Malaspina. Estas concentraciones podrían afectar a largo plazo a los seres vivos oceánicos y la toxicidad podría generar alteraciones en la formación de aerosoles en la atmósfera marina.
José Antonio Peñas
La clasificación precisa del nivel de afectación por el fuego tras un incendio es fundamental para planificar la restauración de las zonas afectadas. Investigadores de Castilla y León han estudiado la mejora de los métodos de teledetección habitualmente utilizados para evaluar su gravedad y han diseñado nuevas versiones mejoradas de los índices que se emplean hasta ahora.
Las poblaciones nativas americanas disminuyeron entre 1492 y 1900, con la llegada de los europeos. Aunque no se conoce la magnitud y la velocidad de este cambio, algunos creen que tuvo efectos climáticos. Un nuevo estudio liderado por la Universidad de Harvard vincula la despoblación de los pueblos de Jémez (Nuevo México) con cambios en el patrón de incendios de la zona, pero advierte de que sacar conclusiones sobre efectos globales sería demasiado simplista.
El cambio climático, la contaminación del aire, los incendios, las plagas y los cambios inducidos por la actividad del ser humano están deteriorando la salud de los bosques de todo el planeta. La revista Science recopila una serie de estudios en los que se examina cómo estas alteraciones están afectando a las masas forestales del mundo, desde los exuberantes y variados bosques tropicales hasta los antiguos y resistentes ecosistemas boreales del hemisferio norte.
Los retardantes de llama son productos que se utilizan para la extinción de los incendios porque potencian los efectos del agua. Comenzaron a emplearse en EE UU en los años 30 y tienen un uso cada vez más generalizado en todo el mundo. Tras analizar el impactos de tres de los retardantes más utilizados en España en los suelos y las plantas de Galicia, investigadores españoles revelan que sus efectos se mantienen a largo plazo.
El modelo matemático desarrollado por científicos catalanes, en colaboración con los bomberos de la Generalitat de Catalunya, es capaz de estimar la probabilidad que tiene un paisaje de tener un incendio conducido por el viento, según la forma del terreno o la cantidad de combustible disponible para el fuego. Esta herramienta puede servir para mejorar la planificación de las estrategias de extinción de los incendios y adaptar las medidas de prevención ante el nuevo escenario de cambio climático.
Investigadores de varios centros españoles han estudiado y valorado la respuesta de las seis especies de pino españolas a las condiciones de cambio climático en las primeras fases de su desarrollo. Según los resultados del estudio, las especies de las zonas bajas y medias del Mediterráneo están más adaptadas a las condiciones térmicas previstas en las proyecciones de cambio climático para este siglo, que las de zonas altas de montaña.