Una bacteria de la especie Acidithiobacillus ferrooxidans aislada de la cuenca del Río Tinto y otro microorganismo llamado Deinococcus radiodurans –resistente a la radiación utilizada como control-, han sobrevivido a una simulación de las condiciones medioambientales que encontrarían en Marte, según se desprende de un artículo que publicará este mes de octubre la revista Icarus bajo el título Protection of chemolithoautotrophic bacteria exposed to simulated Mars environmental conditions.
La nave Phoenix Mars Lander de la NASA.
Marte, coloreado según su elevación. El cráter Lyot está marcado con un cuadrado.
Pruebas del traje espacial 'Orlan' en el simulador de la superficie marciana.
Morfología de la región del polo norte marciano. Se aprecian las hoyas dispuestas en espiral en el manto rico en hielo (con una cúpula cuasi-circular en el centro). La Chasma Boreale es el cañón de gran tamaño que divide el casquete polar en dos lóbulos, y que tiene el tamaño del Gran Cañón del Colorado y hasta 2 km de profundidad. Imagen con relieve mediante sombreado, basada en datos del altímetro láser de la sonda Mars Orbiter
Depósitos de sal en Chott el Jerid.
Recreación de naves terrestres en Marte.
El meteorito marciano más viejo conocido hasta ahora, ALH 84001, parece ser 500 millones de años más joven de lo que se creía hasta ahora, y por tanto probablemente no es un pedazo de la corteza primitiva de Marte como pensaban los científicos, según informan investigadores estadounidenses esta semana en Science.
El profesor de geociencia Thomas Lapen, sosteniendo una muestra del meteorito marciano.