La bacteria de la Legionella pneumophila libera la proteína VipD, que afecta al aparato digestivo de las células humanas impidiendo que estas la destruyan. Esta proteína podría servir como diana de futuros fármacos que impidan a la bacteria llevar a cabo la infección.
Cada semana, el ébola sigue infectando y acabando con la vida de cientos de personas. La investigación de los nuevos datos amplía la información sobre la propagación del brote y la tasa de letalidad. Los autores predicen que más de 20.000 personas serán infectadas hasta principios de noviembre.
Trabajadores de la salud en Liberia recogen el cuerpo de una víctima de ébola en West Point (Monrovia). / EFE
Un trabajo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas muestra que la transparencia del pez cebra facilita la observación de la respuesta inmune celular. El estudio se publica en la revista Journal of Virology.
En plena epidemia del virus del Ébola en África occidental, todas las miradas se centran en los posibles avances de la comunidad médica para lograr un tratamiento eficaz. Una edición especial de la revista Nature revela los prometedores resultados detectados en monos con el ZMapp, un fármaco experimental producido en plantas similares al tabaco.
La epidemia del virus del Ébola no da tregua ni siquiera a los especialistas que tratan de controlarla. Según la Organización Mundial de la Salud, hasta ahora más de 240 trabajadores de la salud han desarrollado la enfermedad en Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona, y más de 120 han muerto.
El religioso Miguel Pajares, el primer español contagiado de ébola, y la misionera Juliana Bohi, a su llegada al hospital Carlos III, donde recibirán tratamiento. EFE/Emilio Naranjo
Investigadores de la Universidad de Zaragoza y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) del Instituto de Salud Carlos III han descubierto la mutación por la que las diferentes bacterias de la tuberculosis se han especializado en la infección de personas o de ganado. Además este hallazgo explicaría por qué la bacteria de la tuberculosis bovina no se transmite entre humanos.