Al repasar la carrera musical de Iván Ferreiro (Nigrán, 1970) sorprende la cantidad de alusiones que hace a la ciencia. No hay más que abrir el libreto de su último disco para hallar el número áureo, el dibujo de un pez pulmonado, útiles neandertales, la conjetura de Goldbach o un retrato de Thomas Edison. Le fascina la historia de Asimov: “Era un hombre al que le interesaba todo”, y añade, con retranca, que en sus días libres viaja a la ionosfera para hospedarse en el hotel ‘Aurora’.
Las reacciones ante algunos aspectos de la música son universales. Así lo han demostrado un equipo de investigadores de Alemania y Canadá que ha estudiado cómo afectaban ciertas piezas musicales a una tribu aislada de pigmeos de la selva congoleña y a un grupo de modernos de Montreal. Los científicos han comprobado que, aunque las sensaciones puedan variar, la respuesta de excitación o calma provocada por la música es la misma.
Gramófono de salón (Mammut, 1907-1914). El tamaño de su bocina permitía amplificar en gran medida el sonido. Gracias a la maquinaria, no era necesario accionar constantemente la manivela. / MUNCYT
Escuchar música nos hace sentir bien. Eso no es nuevo. Ahora, un estudio da un paso más allá y revela los efectos en el cerebro de nuestras melodías preferidas. Los resultados se publican hoy en Scientific Reports, una de las revistas de la editorial Nature.
Comienza la temporada de festivales de verano y cientos de personas se moverán al ritmo de sus grupos favoritos. Pero no solo los humanos son capaces de danzar al compás de la música. Algunas aves, las ballenas, los delfines, las focas, los murciélagos y los elefantes, entre otros, también pueden seguir el tempo de una melodía.
Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad Rey Juan Carlos y el CSIC ha desarrollado una nueva técnica de análisis de datos neuronales mediante notas musicales. Un programa informático interpreta la información.
El director del Laboratorio de Informática de Sony en París, François Pachet, tambien es un músico enamorado del jazz. Su objetivo es crear una nueva generación de herramientas para los compositores o cualquier persona interesada en la música, y para ello cuenta con una beca ERC Advanced Grant. Pachet está convencido de que la inteligencia artificial puede ayudar a desarrollar la creatividad individual, según ha explicado en la Conference on Practical Applications of Agents and Multi-Agent Systems (XII PAAMS) organizada esta semana en la Universidad de Salamanca.
Un estudio publicado en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research revela que las canciones pop que hacen referencia a marcas de bebidas alcohólicas impulsan el consumo excesivo entre adolescentes y jóvenes. La influencia de estas menciones tiene la misma fuerza que los hábitos de padres y amigos.
Por una ‘carambola cósmica’ el astrofísico José Antonio Caballero, investigador del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), conoció a Antonio Arias, líder del grupo de rock Lagartija Nick. Del encuentro ha surgido el proyecto United Sounds of Cosmos, un espectáculo que aúna música, videoarte y astronomía. Caballero habla de este proyecto y su trabajo profesional en la búsqueda de exoplanetas.
Un estudio liderado por investigadores de Barcelona revela que existen personas que no sienten nada al escuchar el Nessun Dorma y, sin embargo, sí liberan dopamina, la ‘hormona de la felicidad’, ante la posibilidad de ganar dinero. El trabajo sugiere que la relación entre la música y el placer se establece por vías diferenciadas.