Viajar a Lanzarote es como pisar otro planeta, literalmente. Desde el Instituto de Geociencias (centro mixto UCM-CSIC) llevamos varios años estudiando las similitudes de la isla con la geología marciana. Consciente de estas semejanzas, la Agencia Espacial Europea organizaba hace unas semanas en la isla una nueva edición de PANGAEA, un proyecto para entrenar a astronautas, entre ellos, Pedro Duque. Como geólogo experto en análogos terrestres tuve la fortuna de ser uno de los instructores, el único español. Un reto con el que todos hemos aprendido.
Mientras progresan las investigaciones sobre el fallo del ‘aterrizador’ Schiaparelli de ExoMars, el otro gran protagonista de la misión, el orbitador TGO, ya ha demostrado el potencial de sus instrumentos para ofrecer nueva información sobre el planeta rojo. Entre ellos figura la cámara CaSSIS, que ha presentado fotografías inéditas de la superficie marciana.
Los recursos necesarios para poner el pie en Marte serán grandes, pero en absoluto fuera del alcance de potencias económicas que aspiran a liderar la sociedad del conocimiento y la competitividad, como EE UU o Europa. Así lo considera el astronauta Pedro Duque en su repaso a las grandes cuestiones que rodean la aventura de los humanos hacia el planeta rojo.
Mientras llega la explicación oficial de lo que falló durante el aterrizaje del módulo europeo Schiaparelli, que la semana pasada se estrelló en el suelo marciano, el satélite MRO de la NASA ha enviado una nueva fotografía del escenario del accidente. En ella se observan tres elementos: el escudo térmico frontal de la nave, el conjunto formado por el paracaídas y el escudo térmico posterior, y los restos esparcidos alrededor de un cráter de medio metro junto a un misterioso arco oscuro.
El Geoparque de Lanzarote es el escenario elegido por la Agencia Espacial Europea (ESA) para entrenar a los astronautas Pedro Duque, Luca Parmitano y Matthias Maurer. Se trata de la segunda fase del proyecto Pangaea, de entrenamiento en escenarios similares a Marte. Entre los instructores figuran geólogos del Instituto de Geociencias, un centro mixto de la Universidad Complutense y el CSIC.
La Agencia Espacial Europea ha confirmado que el módulo de aterrizaje de la misión Exomars se estrelló contra el planeta rojo a una velocidad mayor de la prevista y probablemente explotó. El satélite MRO de la NASA ha fotografiado en la superficie marciana dos nuevos puntos, uno blanco y otro negro, que se piensa corresponden, respectivamente, a los restos del paracaídas y la nave estrellada.
En el programa ExoMars, España contribuye con un 6,7% de su presupuesto total, que ronda los 1.500 millones de euros. Empresas y centros de investigación han trabajado tanto en el módulo Schiaparelli como en el orbitador de gases traza (TGO) de la misión 2016, y algunas de ellas también estarán presentes en la de 2020, en la que se llevará un rover a la superficie marciana.
Todo parecía ir bien durante el aterrizaje del módulo Schiaparelli este miércoles en Marte, pero 50 segundos antes de tocar el suelo marciano algo falló. La Agencia Espacial Europea perdió la señal de la que podría haber sido su primera nave en el planeta rojo. Los técnicos de la misión ExoMars 2016 se afanan ahora en descubrir lo que ha ocurrido. Para ello cuentan con el otro miembro de la misión: el satélite TGO, que se ha insertado con éxito en la órbita de Marte.
La Agencia Espacial Europea explicará hoy lo ocurrido con el módulo Schiaparelli, que se supone aterrizó ayer en Marte, aunque sus señales no han llegado a la Tierra. Se teme por el destino de esta nave de la misión ExoMars 2016, que también incluye el satélite TGO, insertado con éxito en la órbita del planeta rojo.