Los organoides cerebrales, versiones funcionales y en miniatura de estructuras reales del cerebro humano, son una nueva tecnología en crecimiento con extensas aplicaciones en investigación y, quizá en el futuro, también en medicina regenerativa. Pero al simular un órgano pensante, plantean un debate más allá de la ciencia: ¿podrían llegar a ser conscientes?
Un equipo del centro guipuzcoano CIC biomaGUNE ha diseñado vasos sanguíneos impresos en 3D que se contraen con luz y simulan el pulso natural. Este modelo permite fabricar estos tejidos en una sola etapa.