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La Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo está empeñada en atraer al talento español. Según su director científico, Carlos Henrique de Brito Cruz, en Brasil existen grandes oportunidades de financiación tanto para investigación básica como la aplicada y en todos los sectores, incluyendo humanidades. No en vano, la producción científica de este país sudamericano es la tercera de mayor crecimiento en el mundo, detrás de China y Corea.
Un ciclo de conferencias celebradas recientemente en Madrid y Salamanca, y organizadas por la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo (FAPESP), ha puesto de manifiesto el interés de Brasil en atraer el talento científico español.
Carlos Henrique de Brito Cruz, uno de los físicos más prestigiosos de Brasil y director científico de esta fundación, señaló a SINC que con este tipo de eventos lo que se intenta “dar una mayor visibilidad a las oportunidades en investigación científica que existen en Brasil y, sobre todo, en São Paulo”, uno de los 27 estados brasileños con una superficie casi tan grande como la España.
Este estado, con una población de 41 millones, produce un tercio del PIB brasileño. Su economía es mayor que la de Argentina y casi equiparable a la española. Además, dice Brito Cruz, tiene una actividad científica muy intensa. La mitad de la ciencia brasileña se hace en São Paulo.
En este estado brasileño existe una estrategia de desarrollo de conexiones con investigadores internacionales de países como Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda, Finlandia, Portugal, EE UU, Canadá, Argentina “y tenemos muchas ganas de añadir España a esta lista de colaboraciones”, añade.
“Queremos impulsar la colaboración con investigadores españoles porque creemos que la ciencia que se hace aquí tiene un gran nivel, pese a la crisis momentánea, y la forma en la que se ha desarrollado en los últimos años puede ser un modelo para nosotros”, subraya este investigador.
Brasil, señala, ha tenido múltiples crisis económicas y algo que resultó muy beneficioso es que muchos de los científicos que se marcharon durante las épocas duras a trabajar fuera volvieron luego con un nuevo bagaje que fue muy importante para la posterior recuperación del país”, subraya.
Crecimiento espectacular
En el país sudamericano, la actividad investigadora está creciendo a un ritmo espectacular. De hecho, el desarrollo de la producción científica desde 1995 a 2012 ha sido la tercera de mayor crecimiento en el mundo, por detrás de China y Corea del Sur.
Según el director científico de FAPESP, este crecimiento va acompañado de buenas oportunidades de financiación de proyectos de investigación internacionales.
“Nuestra fundación recibe unas 20.000 solicitudes de financiación al año de las que aprobamos cerca de la mitad. Contamos con programas para jóvenes investigadores que quieran empezar su carrera científica en São Paulo, sin distinción de nacionalidad, en los que se financia todo el proyecto, incluyendo equipos y materiales. Otros programas van destinados a científicos que tengan un puesto permanente en su país pero estén interesados en efectuar una estancia corta de 12 semanas al año en el estado brasileño”, dice Brito Cruz.
São Paulo es especialmente pujante en áreas como ciencias de la salud, que se lleva el 27% de la financiación, también tiene una actividad intensa en biología, ingeniería, materiales y fotónica.
Pero la FAPESP quiere científicos de todas las áreas. “Apoyamos tanto la ciencia aplicada como la básica. Estamos interesados en que vengan investigadores en literatura, filosofía, arte y física teórica y también en ciencias de la salud, biología o energía”, asegura.
Proyectos conjuntos
Entre los resultados de la visita a España, Carlos Henrique de Brito Cruz destaca que ha percibido un gran deseo por parte de los investigadores españoles en colaborar en proyectos en São Paulo.
“Hemos anunciado una convocatoria de proyectos con la Universidad de Salamanca y estamos empezando a hablar con otras organizaciones para activar la cooperación”. Brito Cruz añade que ya existen colaboraciones importantes como la que se está llevando a cabo con la Universidad Politécnica de Madrid, que va a crear un centro de investigación de bioingeniería en la Universidad Estatal de Campinas (São Paulo).
El investigador menciona asimismo otras colaboraciones ya establecidas en ámbitos como la astrofísica, las matemáticas y la energía con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Carlos III de Madrid.
“En el estado de São Paulo el 60% de la financiación de la investigación procede de las empresas que tienen sus centros de I+D allí y que hacen mucha investigación propia. El 40% procede de fondos públicos”, explica Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de FAPESP.
En el resto de Brasil el porcentaje se asemeja más a lo que sucede en España, ya que solo el 35% de la financiación de la I+D procede de fondos de empresas y el 65%, del Estado, señala.
El hecho de que las empresas estén invirtiendo en I+D en São Paulo en un porcentaje tan alto se produce, según Brito Cruz, porque se trata de una región muy avanzada industrialmente, muy distinta de los otros estados de Brasil “y eso crea oportunidades”, añade.
FAPESP tiene múltiples acuerdos con empresas para la inversión conjunta en investigación realizada por universidades. “Ahora mismo nuestra fundación está colaborando con la firma automovilística francesa Peugeot Citroën para crear un centro de investigación en ingeniería de motores que funcionen con biocombustible. Este centro contará con la participación de varias universidades brasileñas y tendrá una financiación de 1,5 millones de euros anuales durante un periodo de 10 años”, señala Brito Cruz.
Este físico de 56 años ha trabajado en países como Italia, Francia y EE UU “pero volví, los brasileños tenemos tendencia a regresar a nuestro país”, concluye.