Para procesar el volumen de llamadas telefónicas de las grandes compañías, las centralitas cuentan con un sistema automatizado de atención al cliente que, con frecuencia exaspera al usuario. Guillermo de Jorge-Botana, investigador de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UNED, junto a otro experto de la Universidad Autónoma de Madrid, desarrolla tecnologías semánticas basadas en la comprensión humana. Estas herramientas ayudan a solucionar esos problemas telefónicos, además de evaluar exámenes de forma automática o incluso a medir el nivel de plagio entre textos.
Investigadores de la Universidad de Valladolid han creado un sistema inalámbrico que avisa de las llamadas al telefonillo, al timbre o al teléfono de casa, así como si se abre o cierra la puerta. Una pulsera vibra y se ilumina para dar esta información, de especial interés para las personas que oyen poco.
Los operadores de telefonía móvil deberían verificar mejor la edad de los niños y jóvenes cuando acceden a los servicios multimedia, y una solución sería llevar un registro con el año de nacimiento de los usuarios. Así lo recomienda un informe elaborado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia, que también plantea clasificar los contenidos para móviles por edades, como se hace con los videojuegos.
Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid han diseñado un nuevo sistema que automatiza el procedimiento sancionador de tráfico. Para ello aplican las tecnologías de la información al tráfico y los sensores de los vehículos.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y el Naval Research Laboratory de EEUU han desarrollado los primeros prototipos a nivel mundial de un cristal fotónico radial en dos dimensiones. El avance, cuyos detalles se publican en Nature Scientific Reports, abre una nueva vía para manipular la luz y el sonido.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y una multinacional han dado un “paso clave” hacia el desarrollo masivo de chips fotónicos integrados. La novedad es el diseño de nuevas líneas de retardo (ralentizan la luz) con cristales fotónicos, según el estudio que publican en Nature Communications.
Investigadores de la Universidad de Málaga han desarrollado un modelo matemático para conocer el nivel de potencia que llega a los receptores que se usan en las comunicaciones ópticas atmosféricas, uno de los sistemas más rápidos y seguros de transmisión de información. El programa está disponible a través de internet y ya ha recibido más de 2.000 descargas.
Una ingeniera de la Universidad Pública de Navarra ha desarrollado la red de sensores con capacidad de multiplexación (varios canales en un solo transmisor) más larga creada hasta ahora. Mide 250 km y su objetivo es monitorizar de forma remota grandes infraestructuras.