Observaciones de campo en Doñana demostraron que estas hormigas causaban la muerte a los anfibios juveniles que encontraban en su camino empleando su veneno por contacto.
Las aguas atlánticas contienen entre 12 y 21 millones de toneladas de pequeños desechos plásticos en tan solo sus primeros 200 metros de superficie, según un estudio de Nature Communications.
Tras recolectar material a casi 2.500 metros de profundidad en el océano Austral, científicos japoneses han hallado una nueva especie de gusano de mar de un milímetro de ancho, protagonista del #Cienciaalobestia. El espécimen, identificado al microscopio, demuestra que aún quedan invertebrados por descubrir, a pesar de que los poliquetos son uno de los grupos más diversos y mejor estudiados de estas aguas.
La Reunión ha convivido desde siempre con riesgos naturales. Pero a partir de 2011, las interacciones con tiburones sarda y tigre se han recrudecido y a lo largo de la última década se ha convertido en el lugar del mundo con mayor mortalidad por estas agresiones. La comunidad científica, que se ha movilizado para desarrollar medidas de protección, busca aún una explicación a estos encuentros.
Tras el brote de casos de meningoencefalitis provocados por el virus del Nilo Occidental en Andalucía han surgido diversas incógnitas, en particular sobre las especies de mosquitos implicadas. Culexperexiguus y Culex pipiens, autóctonas de España, son los principales vectores de este virus, que reside en muchas aves e infecta a caballos y humanos. El Aedesjaponicus, aunque tiene capacidad de transmitirlo, no está en el sur de España ni parece ser el responsable del brote de esta semana.
El estudio de los extremos de los cromosomas (telómeros) y la enzima capaz de regenerarlos (telomerasa) es una línea de investigación puntera para saber más sobre el envejecimiento humano. Un equipo de científicos ha documentado el acortamiento de los telómeros con la edad en otro grupo de vertebrados: los anfibios.
La desaparición de la megafauna prehistórica al final de la última Edad de Hielo se había atribuido a la expansión de los primeros humanos por todo el mundo. Sin embargo, el análisis del genoma del rinoceronte lanudo demuestra que esta especie, en realidad, se extinguió por el cambio climático de aquella época.
Debido a la difícil manipulación de estos animales y a que producen escasas lágrimas, pocos equipos científicos se habían adentrado en el estudio de su composición. Un nuevo trabajo revela ahora que esta secreción es muy similar a la de las personas, pero cuenta con estructuras diferentes que podrían ayudar a mejorar los tratamientos oftalmológicos.
El proyecto CLOCKS, iniciado el pasado 1 de junio, estudiará, por primera vez, el comportamiento circadiano a lo largo de la vida de los peces marinos, desde larvas hasta adultos, y su aplicación para las personas. La información pionera recogida en este trabajo permitirá entender sus ritmos biológicos y sus consecuencias a la hora de responder a presiones antrópicas como la pesca, el cambio climático o la contaminación.
Esta pequeña ave, protagonista del #Cienciaalobestia, recorre cada año 80 millones de veces su propio cuerpo para atravesar América del Norte. Ahora, un equipo de científicos ha descubierto diferencias para cubrir esta ruta entre machos y hembras, y adultos y juveniles de esta especie, cuyos ejemplares sufren cada año un declive del 2 %.