Un equipo de investigadores de la Unidad de Ecología Global del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales sugiere un sistema de diagnosis basado en la luz y el olor que emiten las plantas para evaluar la salud de los ecosistemas. Estas herramientas, más sofisticadas y menos agresivas, abren las puertas para estimar el estado fisiológico global de los bosques y los cultivos del planeta.
El joven ejemplar de lagarto blanco de seis colas. / N. Pelegrin y S.M. Leão
La desaparición progresiva de especies coralígenas y el aumento de medusas en zonas de buceo del Mediterráneo, debido al calentamiento y la acidificación del océano, tiene un coste económico. Según una investigación del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales, la disminución de la presencia de gorgonias comporta la pérdida de 60 euros por inmersión (en términos de bienestar de los buceadores), y una mayor presencia de medusas la reduce en 26 euros.
El intercambio de aguas entre el Atlántico y el Mediterráneo se interrumpió o, al menos, disminuyó sensiblemente hace algo menos de seis millones de años. Como consecuencia, en las costas mediterráneas se formaron grandes sedimentos de yeso por precipitación o incluso por la desecación total del mar, según algunas teorías. Ahora, una investigación de la Universidad de Salamanca revela que la acumulación de yeso también ocurrió en aguas profundas de alta mar, algo que no se creía posible.
El vertedero de Can Mata en Cataluña sigue dando sorpresas. Allí se ha descubierto a Pliobates cataloniae, un nueva especie fósil de primate cuyo pequeño tamaño desconcierta a los paleobiólogos. Su hallazgo indica que el último ancestro común de los hominoideos actuales podría haber sido más pequeño de lo que se pensaba, y más similar a los gibones que a los grandes simios.
El alca común (Alca torda) no se reproduce en el litoral español, pero es el álcido más frecuente en el país a lo largo del invierno, época en la que un buen número de ejemplares jóvenes e inmaduros permanecen cerca de las costas atlánticas y mediterráneas. / Ramón Elósegui
El zorzal alirrojo (Turdus iliacus) solía invadir los países europeos en los inviernos grises y desapacibles, y se distribuían por los cultivares, los sotos, las viñas y los bosques de la Península y Baleares. Sin embargo, la presencia de esta especie migradora es cada vez más escasa. / SEO/Birdlife
La aguja colipinta (Limosa lapponica) es una limícola de buen tamaño, de aspecto muy semejante al de su pariente la aguja colinegra, pero con patas y pico más cortas, este último ligeramente curvado hacia arriba. Se muestra muy sensible a la contaminación y las molestias humanas. / Tim Bowman