Mientras que muchas especies animales como las mariposas migran al norte, hacia ambientes más fríos, para sobrevivir al aumento de las temperaturas, las especies de abejorros de Europa y Norteamérica permanecen en el sur. Un equipo internacional de científicos demuestra por primera vez que debido al cambio climático los abejorros pierden áreas de distribución. Algunas especies están incluso al borde de la extinción.
Reconstrucción del cerebro de Victoriapithecus macinnesi / Fred Spoor (Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology)
Reconstrucción de Wendiceratops pinhornensis. / Danielle Dufault
Un abejorro común (Bombus terrestris) en Nottingham (Reino Unido). / Jeremy Kerr
Científicos del Museo Real de Ontario (Canadá) y el Museo de Historia Natural de Cleveland (EE UU) han descubierto una nueva especie de dinosaurio con cuernos, Wendiceratops pinhornensis, en un yacimiento del sur de Alberta en Canadá. El hallazgo podría representar la primera aparición documentada de un cuerno en la nariz como ya se ha encontrado en otros ceratópsidos como los Triceratops y arroja luz sobre la evolución de las protuberancias en esta familia de dinosaurios.
Los océanos podrían haber sido clave como responsables de los bajos niveles de CO2 en la atmósfera en las épocas frías de última edad del hielo, hace 200.000 años. Un estudio internacional, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, indica que el océano Pacífico albergó aguas menos ventiladas con un mayor contenido potencialen dióxido de carbono.
Megaloceros novocarhaginiensis es el nombre que Jan van der Made, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha dado a la especie de ciervo que acaba de descubrir. Se trata de un cérvido que vivió durante el Pleistoceno temprano, hace 780.000 años. Asimismo, el científico ha descrito fósiles de la especie Dama cf. vallonnetensis, un gamo que ya se conocía.
El análisis con rayos X de la calavera de Victoriaphitecus maccinesi, el fósil más antiguo de los monos del Viejo Mundo, revela que esta especie tenía un cerebro pequeño pero más complejo de lo que se creía, especialmente por el tamaño de su bulbo olfativo. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que el cerebro de los primates primero aumentó su complejidad y luego su tamaño.
La campaña de excavación que hasta hace pocos días se ha desarrollado en el Molí del Salt (Tarragona) ha aportado más de 5.000 nuevos restos arqueológicos deunos 14.000 años de antigüedad, la mayoría herramientas de sílex y restos de fauna correspondientes a diferentes especies. Además, se han descubierto nuevas evidencias de arte mueble, colgantes hechos con conchas y varias plaquetas de piedra recubiertas de pigmento rojo.