Dos equipos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han identificado y caracterizado una nueva familia de proteínas que facilita la acción de una hormona clave en la adaptación de las plantas al actuar en situaciones de escasez de agua. Los resultados, publicados en la revista Plant Cell, ayudarán a diseñar plantas de cosecha con propiedades mejoradas frente a este tipo de estrés.
Un estudio, realizado con dos poblaciones de la especie de lagartija Podarcis guadarramae de la Sierra de Guadarrama, aporta datos que apuntan a que sus diferencias morfológicas no tienen una base genética.
En las últimas décadas, los científicos buscan estrategias para luchar contra el cambio climático. Una investigación de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) propone una alternativa basándose en el concepto de terraformación. Con este proceso de ingeniería biológica, un planeta podría modificar su atmósfera, su temperatura, su topografía y su ecología para tener una biosfera estable. Esta idea se ha propuesto para la colonización del planeta Marte.
Con una bombona de butano y un viejo aire acondicionado, Antonio Trescastro construyó su primera liofilizadora. Eso fue hace 18 años. Hoy este autodidacta compagina su trabajo de técnico de mantenimiento del CSIC en la Estación Experimental del Zaidín en Granada con la divulgación de la ciencia, y dedica su tiempo libre a mejorar su museo, único en el mundo, de setas liofilizadas gracias a una técnica de deshidratación por frío. También ha desecado frutas y verduras, insectos, crustáceos e incluso el corazón de un cerdo.
Una reconstrucción en 3D del cráneo de Homo habilis hallado en Olduvai en los años 60 indica que esta especie es más antigua de lo que se creía. Según un trabajo publicado en Nature, pudo originarse hace 2,3 millones de años en lugar de 1,8 millones. Otro estudio en Science va más allá y adelanta la aparición del género Homo a hace 2,8 millones de años,según los restos fósiles encontrados en Etiopía de una especie sin catalogar. Este sería el humano más antiguo conocido.
Investigadores de seis países, entre ellos Perú, Bolivia y Brasil, han realizado un estudio comparativo de 13 parcelas de selva tropical, algunas de ellas afectadas por la severa sequía de 2010. Los autores han determinado que los bosques afectados absorben menos carbono. También han revelado que en condiciones adversas los árboles dedican sus reservas de energía al crecimiento en lugar de a mantener su propia salud.
Enterramiento de un hombre de la cultura Salzmünde del Neolítico Medio, en Sajonia-Anhalt, Alemania. / Juraj Lipták, LDA
Una sequía sin precedentes que asoló Siria entre 2006 y 2010 podría haber ayudado a impulsar el levantamiento sirio de 2011, según un estudio que publica la revista PNAS. El fenómeno climático destruyó la agricultura al norte del país lo que obligó a los agricultores a habitar unas ciudades empobrecidas y mal gestionadas, que junto a otros factores, crearon el malestar que surgió en la primavera árabe.
Una investigación, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, permitirá mejorar las predicciones sobre el ciclo del carbono y el agua, y sus efectos en el clima futuro. Los científicos han examinado cómo las plantas regulan el comportamiento de los estomas, los diminutos poros que tienen en las hojas para intercambiar agua y carbono con la atmósfera.
Un equipo de investigadores, en el que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha examinado cómo las plantas regulan el comportamiento de los estomas, los diminutos poros que tienen en las hojas para intercambiar agua y carbono con la atmósfera.