Los humanos pasamos la ‘crisis de los cuarenta’, pero también chimpancés y orangutanes atraviesan una etapa similar. Así lo recoge un estudio, que esta semana publica PNAS, donde se muestra que en los simios se observa la famosa curva en U de la evolución del bienestar, como en las personas.
En ocasiones, las nuevas especies de plantas y animales son descritas mucho tiempo después de ser recogidas, a veces incluso después de extinguirse, según revela un estudio publicado en la revista Current Biology. El periodo transcurrido desde que se recoge un espécimen y se identifica la especie puede durar una media de más de 20 años.
Ejemplares de caballito narizón. Imagen: CSIC.
Tras seis años de investigaciones, el Grupo de Biología y Fisiología Larvaria de Peces del Instituto de Investigaciones Marinas ha desarrollado una técnica de cría en cautividad del caballito de mar narizón (Hippocampus guttulatus) con la que ha obtenido, por primera vez, supervivencias superiores al 80% y ejemplares el doble de grandes que los del medio natural.
Jorge M. Lobo es un profesor de investigación del CSIC que conoce muy bien un grupo de coleópteros estrechamente ligados al hombre. Además, es un experto en elaborar modelos para predecir la distribución de las poblaciones animales. Su profundo interés en la conservación le ha llevado a asesorar a los gestores sobre el mejor modo de diseñar los espacios protegidos para conservar la biodiversidad.
Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha desarrollado un modelo matemático para prever los colapsos ambientales mediante la detección de señales tempranas de cambios. El trabajo, que aparecerá publicado en Nature, sugiere que el estado de salud de los ecosistemas fluctúa de forma brusca poco antes de derrumbarse.
Punta de flechas en Kathu Pan 1 (Sudáfrica). Imagen: Jayne Wilkins.
Los humanos primitivos ataban puntas de piedra a mangos de madera para confeccionar lanzas y cuchillos 200.000 años antes de lo que se pensaba. Según un estudio publicado en la revista Science, el ancestro común de neandertales y Homo sapiens –el Homo heidelbergensis– ya empleaba esta técnica.
Comunidades coralinas de las Islas Maldivas. Imagen: Xavier Turon.