Un problema con el que se enfrentan con frecuencia quienes investigan sobre restos arqueopaleontológicos es la dificultad para dilucidar la autoría de las marcas realizadas con los dientes. Con el fin de contribuir a solucionar el problema, una investigación liderada por el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, ha realizado un estudio experimental basado en 200 huesos modernos aplicando los resultados a los fósiles descubiertos en los yacimientos de Atapuerca.
La Península Ibérica ofrece un registro de mastodontes muy completo, aunque muchos yacimientos no figuran en la literatura paleontológica. Una investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) revisa todas las localidades en las que han aparecido restos fósiles de estos proboscídeos.
La personalidad de las primates influye en su supervivencia. Investigadores de la Universidad de Pensilvania han publicado en PNAS los resultados de un estudio en el que se describen tres tipos de caracteres: agradable, distante y solitario, en 45 hembras de babuino en su hábitat natural. Esos rasgos condicionan su vida en sociedad.
Durante el invierno ártico al norte de Canadá, los investigadores descubrieron que las arqueas utilizan un atajo para obtener el amonio que necesitan. Imagen: CSIC.
Investigadores del CSIC han participado en el descubrimiento de un atajo metabólico en arqueas durante el invierno ártico. Este nuevo trabajo sugiere la importancia de preservar los ambientes marinos de las regiones polares, más sensibles a las consecuencias del cambio climático.
La Gran Barrera de Coral, situada en el mar del Coral (Australia), ha perdido la mitad de su cobertura en los últimos tres decenios. Su reducción se podría frenar controlando la plaga de estrellas de mar corona de espinas que son responsables –en un 42%– de la desaparición del arrecife, según un estudio de investigadores del Instituto Australiano de Ciencias Marinas en Townsville.
El animal vocaliza las palabras situando su trompa dentro la boca. Imagen: Current Biology
Investigadores de la Universidad Británica de Columbia aseguran que, entre los años 2000 y 2050, la masa corporal de los peces se reducirá entre un 14% y un 24%. Además, este efecto empeorará las consecuencias del calentamiento global sobre los ecosistemas marinos.
Los investigadores analizaron las respuestas biológicas de más de 600 especies de peces marinos. Imagen: Quinet