La vegetación subacuática tiene un papel relevante en la mitigación de los efectos del cambio climático, según un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este ecosistema acumula dos veces más carbono que los bosques y se convierte en uno de los más amenazados del planeta.
Cada persona consume al año el agua equivalente al volumen de una piscina olímpica. Ante la situación de sequía y escasez que cada vez caracteriza más a España y a otros países, Peter Rogers, catedrático en la Universidad de Harvard (EE UU) y asesor de la Global Water Partnership de Naciones Unidas y el Banco Mundial, mantiene el optimismo y aboga por una mejor gestión de este recurso.
Un joven águila perdicera es liberado en Sicilia (Italia) tras ser decomisado por la policía italiana a una red de expoliadores de nidos. Imagen: Massimiliano Di Vittorio.
Una investigación liderada por un biólogo español demuestra que, en menos de 50 años, el águila perdicera (Aquila fasciata) podría desaparecer en Italia, donde ya se encuentra ‘críticamente amenazada’. El expolio de los nidos de ejemplares jóvenes y la caza furtiva de los adultos comprometen la viabilidad a medio y largo plazo de esta ave rapaz.
La dieta herbívora de dos ungulados invasores, el muflón europeo (Ovis orientalis musimon) y el arruí africano (Ammotragus lervia), que comparten hábitat en el monte mediterráneo, tiene “un elevado nivel de solapamiento”. Así lo destaca por primera vez un equipo de investigadores liderado por el CSIC en la revista Wildlife Research.
Kollasmosoma sentum. Imagen: C. van Achterberg
Un trabajo norteamericano describe la función del órgano descubierto en los rorcuales. Imagen: Carl Buell (Institución Smithsonian).
El uso de anticonceptivos durante las cuatro semanas anteriores a la entrevista fue del 77,2%. Imagen: SINC.
La reconstrucción en 3D del esqueleto de Ichthyostega, el primer animal de cuatro patas que abandonó el medio acuático, ha permitido conocer cómo se movía. En contra de lo que se pensaba este tetrápodo no podía levantar su cuerpo del suelo y caminar, sino que se arrastraba apoyado en sus patas delanteras.