Flora de alta montaña. Imagen: © Harald Pauli
La flora de los Pirineos (Parque Nacional de Ordesa) y Sierra Nevada se desplazó 2,7 metros hacia la cima a causa del aumento de las temperaturas. Los resultados del conjunto de las especies estudiadas en estas dos cimas se suman a los 66 picos de 17 cordilleras europeas que un equipo de científicos, con participación del CSIC, analizó durante siete años.
Hasta ahora, la alta y regular pluviometría del País Vasco ha favorecido el cultivo y la alta productividad del pino radiata. Pero esta situación puede llegar a cambiar en los próximos años si, de acuerdo con las predicciones de cambio climático, se produce un aumento en las temperaturas medias y un incremento en la frecuencia e intensidad de los periodos de sequía.
Una investigación, basada en el trabajo realizado durante los últimos años por el Museo de los Dinosaurios en Salas de los Infantes, ofrece nuevos datos sobre el dinosaurio Demandasaurus darwini hallado en el yacimiento de Tenadas de Los Vallejos II (Burgos). Los resultados revelan la conexión de este dinosaurio con una especie africana y otra americana.
Fotografía de una tortuga boba (Caretta caretta) con un transmisor en el caparazón. Imagen: UB
Un equipo de científicos catalanes y baleares ha estudiado la readaptación de la tortuga boba al medio. Sus resultados indican que, tras una larga rehabilitación en centros de recuperación, estos animales muestran alteraciones de conducta y puede que no se adapten bien a la libertad.
Investigadores de la Universidad de Salamanca estudian desde hace años una subespecie de pechiazul (Luscinia svecica azurcollis), unpequeño pájaro endémico de la Península Ibérica cuya mayor parte de la población se ubica en Castilla y León. A pesar de los esfuerzos de los científicos, buena parte de los hábitos y características del pechiazul siguen siendo desconocidos.
Representación gráfica de la doble hélice del ADN. Imagen: National Human Genome Res
Según el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), los bosques españoles han acumulado CO2 a una velocidad media de 5 toneladas por hectárea y año. Los expertos alertan de que la tendencia podría invertirse hacia finales de siglo si se cumplen los escenarios de cambio climático previstos.